Jorge
Yabkowski, presidente de FESPROSA y Secretario de Salud Laboral de la
CTA en diálogo con ACTA se refirió a las falencias del sistema de salud
del kirchnerismo, a los principales conflictos que deben afrontar los
trabajadores de la salud y a la corrupción de los organismos
internacionales y las multinacionales de medicamentos.
-¿Cómo impacta el modelo económico kirchnerista en el sistema de salud?
Otro problema muy serio es que la mortalidad infantil que no baja y esto no es porque los programas fracasen, es porque las causas estructurales no bajan, que son la pobreza, la miseria, la maternidad adolescente, la desnutrición infantil. También estamos pésimos en la mortalidad materna, la situación es la misma que hace 20 años, y esto es porque la Presidenta se ha opuesto tenazmente a crear una ley de sexualidad y salud reproductiva. Se hacen más de medio millón de abortos clandestinos al año, y a causa de los sangrados y pérdidas se mueren las más pobres. Porque en la Argentina todos saben que es ilegal pero es caro, para quien tiene 2 mil o 3 mil pesos para hacerlo en una clínica no hay ilegalidad ni persecución.
-¿Qué matices hay entre el sistema público y el privado?
La no construcción de un sistema universal de salud es una decisión de las elites argentinas desde el tiempo de Ramón Carrillo y el mismo Perón le dijo “sí, armame todos los hospitales que quieras pero dejame para los muchachos de la Unión Ferroviaria, (en ese entonces su principal sostén político) el armado de las obras sociales”. Y las obras sociales fueron por un lado un sistema de elite para los trabajadores en blanco y, a partir de eso, un premio por el cual los sindicalistas adictos se convirtieron en empresarios acumuladores de una enorme cantidad de capital y dejaron de defender los derechos de los trabajadores. Así que lamentablemente, las obras sociales sindicales al fragmentarse en 330 bocas de administración su prestación termina siendo ineficiente, y en mando hoy del sistema privado. Te diría que ahora hay dos grandes sistemas: el público y el privado donde se encuentran las obras sociales sindicales y los prestadores privados de salud. Así que ese sistema para pobres, pensado pobremente hoy estamos navegando para defenderlo y hacer que la salud deje de ser un derecho para los trabajadores en blanco o para quienes pueden pagarla y se convierta en lo que Carrillo soñaba que sea: un derecho de ciudadanía.
-¿Cómo juega en este sentido el negocio de los medicamentos?
Los laboratorios están desesperados buscando nuevas moléculas, y en función de eso corrompen, hacen investigaciones mal terminadas, lanzan al mercado medicamentos que después tienen que sacar.
-¿Cómo funcionan los grandes negocios de la salud?
-¿Cómo son las condiciones de trabajo de los trabajadores de la salud?
El hospital más grande de la Argentina, el Hospital Posadas tiene el 70 por ciento del personal profesional precarizado y esto promovido por el Ministerio de Salud de la Nación. El plan más grande de trabajo de atención primaria, que es el de Médicos Comunitarios es un plan de precarización laboral. Y esto es una estrategia de los organismos internacionales, del FMI, del Banco Mundial, que nos dan los préstamos para los planes de salud tales como el Plan Nacer, el Plan Sumar, donde dice claramente que la estabilidad laboral de los trabajadores atenta contra el rendimiento, que se achanchan, se enferman, se embarazan y por eso es conveniente tenerlos contratados y precarizados.
-¿Qué implica la precarización laboral en salud?
-¿Cuáles son las medidas a tomar?
Nosotros hicimos un panorama de lo que fue el kirchnerismo a través de sus actitudes ante los proyectos que hacían mejor al sistema de salud. En el año 2003, con el diputado Macaluse, nuestro compañero de la CTA, hicimos votar por unanimidad en diputados la Ley de Gratuidad para que nadie cobre en los centros de salud. ¿Qué hizo el Ministerio de Salud? Por orden de Kirchner y González García, lo bloqueó en el senado. Nunca se aprobó esa ley. Hicimos y promovimos leyes para financiar el sistema de salud y que dejen de ser hospitales pobres para pobres, nunca tuvieron Estado Parlamentario, lo presentó Macaluse, lo presentó Iturraspe nuevamente y nada.
Tampoco las leyes para tener un boleto gratis a los hospitales, lo mismo la ley para tener un sistema de investigación que termine con la corrupción. Las dos leyes para tener investigación de calidad y con perspectiva de derechos humanos perdieron Estado Parlamentario al igual que la ley de producción de medicamentos, que se aprobó por mayoría en ambas cámaras pero Manssur por orden de Cristina nunca las reglamentó y estamos sin ley de producción de medicamentos para que el Estado intervenga y de alguna manera controle, regule y aporte medicamentos genéricos de calidad al sector público.
Dentro de las leyes que el gobierno kirchnerista no apoyó está nuestra Ley de Riesgo del Trabajo. La mortalidad infantil, materna y por accidentes en Argentina son altos, tenemos 10 muertos por cada 100 mil habitantes cuando hay 07 en Inglaterra por accidentes laborales. Nosotros propusimos una ley con el compañero De Gennaro, con toda la CTA, basada en la prevención, con delegados de prevención en todos los lugares de trabajo que empodere a los trabajadores. Propusimos una ley que le permitiría al maquinista de la tragedia de Once decir “No salgo” y no tener que comerse no solo la presión de de toda la gente, sino también la presión y que lo echen, hubiésemos salvado 50 vidas. Queríamos una ley para no tener que subirse a un andamio sin casco, como muchos trabajadores precarizados.
Queríamos una ley integral. Y terminar con el negocio funesto de las ART. ¿Qué hizo el gobierno? Empeoró todo, mandó una ley donde los derechos de los trabajadores cuando eran violados se ventilaban en el fuero laboral, ahora se ventilan en el fuero civil, es decir, donde se paga las tercera parte y tarda cinco años. Le ha quitado a los trabajadores una conquista que, como decía la CGT, fue del primer peronismo. Fue una ley vergonzosa, claramente apoyada por Pinedo del Pro porque decía que regulaba el mercado laboral. Fue un regalo a los empresario y una ley que mostró la veta precapitalista del gobierno kirchnerista de manera taxativa.
-¿Cuál es el plan de lucha para este año?
Queremos comités de salud de seguridad e higiene de salud que puedan controlar la situación de los hospitales. La batalla va a ser larga; hay dos bandos, el empresariado capitalista con el Pro y el kirchnerismo por un lado y nosotros por el otro peleando por una ley que defienda la vida.
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