miércoles, 25 de diciembre de 2013

Derechos humanos "Pocho" Lepratti recorrió las calles de Río Cuarto

El sábado se realizó la Tercera Edición de la Bicicleteada por "Pocho" Lepratti. La actividad que reivindica la memoria del militante asesinado en diciembre de 2001 consistió en recorrer las calles de la ciudad en bicicleta. Organizaron la CTA y la Cooperativa de Trabajo Al Toque Deportes.

Con la consigna de Memoria, Verdad y Justicia se llevó a cabo, el pasado sábado 21 de diciembre, la Tercera Edición de la Bicicleteada por "Pocho" Lepratti.
Recorrimos en bicicleta las calles de la ciudad reivindicando la figura del militante social asesinado el 19 de diciembre de 2001.
Pero la actividad desarrollada por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Regional Río Cuarto, y que contó con el acompañamiento de la Cooperativa de Trabajo Al Toque Ltda., permitió recordar a todas las personas que fueron víctimas de la represión policial en una de las etapas más críticas que atravesó al país.
Al finalizar la bicicleteada -de la que participaron más de 35 personas-, hubo números artísticos y distintas intervenciones culturales en el Centro El Andino de la ciudad de Río Cuarto.
Cabe consignar que esta edición contó con la participación de compañeros de la Biblioteca "Pocho" Lepratti de Rosario e integrantes del Colectivo Arte por Libertad de esa ciudad santafecina.
Fuente: www.altoquedeportes.com.ar
* Equipo de Comunicación de la CTA Río Cuarto       

jueves, 19 de diciembre de 2013

¡Porque no alcanza y plata hay! Radio Abierta y volanteada en Río Cuarto

La CTA Río Cuarto, adhirió a la Jornada Nacional de Movilización esta mañana con una radio abierta, batucada y volanteada que se lleva a cabo en la Plaza Central de esa ciudad del sur cordobés.
La actividad, que se está desarrollando a esta hora en una calurosa jornada, está protagonziada por la Central de Trabajadores de la Argentina con militantes y dirigentes de sus organizaciones de base, plegándose a la medida que se dispuso a nivel nacional bajo el lema "¡Porque no alcanza y plata hay!.
Durante la ruidosa protesta, la Central riocuartense presentó en el Centro Cívico una nota dirigida al gobernador José Manuel De la Sota que dice textualmente:
"A través de la presente queremos peticionar ante Ud. por la participación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en cuanto a planes de vivienda, boleto estudiantil, mciroemprendimientos para los vecinos de los barrios periféricos de la ciudad. La CTA es una organización social que es reconocida a nivel nacional y también local ya que tenemos diez años en la ciudad militando desde la solidaridad y el compromiso, sea en lo sindical, lo barrial y estudiantil.
Es así que exigimos se nos tenga en cuenta para participar de programas sociales relacionados a la vivienda, la salud, la educación y el trabajo, ya que son políticas estatales en las que trabajamos diariamente en el territorio y queremos ser el nexo entre la aplicación de estas y los vecinos, para ampliar el número de beneficiarios a aquellos barrios en los cuales tenemos trabajo social.
Por otro lado exigimos:
*  Bono de fin de año para tod@s ya!.
*  Salario mínimo vital y móvil de $8.000-.
* 82% móvil para los jubilados.
*  Exención del impuesto a las ganancias sobre el aguinaldo.
*  Ni un solo despido, ni suspensiones.
*La estabilidad y el aumento del salario a $8000 el básico de los trabajadores provinciales.
*El cese del abuso policial, la aplicación del Código de Faltas que provocan la estigmatización y criminalización de la juventud y la pobreza.
* La no instalación de Monsanto en Malvinas Argentinas ni en ningún punto de la provincia. Que se apoye el Decreto Municipal para que Monsanto no se instale en la ciudad. Expresamos nuestra solidaridad con el acampe que se desarrolla en dicha localidad.
*Por un boleto educativo y obrero real y genuino.
Solicitamos una audiencia de manera urgente con representantes del Gobierno para darle un cauce político a lo solicitado. Esperando una respuesta favorable a nuestro pedido y quedando a al espera de que en la brevedad se nos cite. Saluda atentamente", finaliza la nota que firma la Comisión Directiva CTA Regional Rio Cuarto

Para frenar el ajuste

El secretario General de la CTA riocuartense, Federico Giuliani, indicó que "estamos expresando nuestro reclamo desde los trabajadores porque no vamos a pagar los costos del ajuste que están llevando adelante tanto el gobierno Nacional como el Provincial y Municipal".

"La inflación nos come nuestros ingresos día a día, mientras aumentan el transporte, la electricidad, el agua, las tasas, servicios y los impuestos. Frente a lso tarifazos, la única manera de enfrentarlos es con organización, unidad y movilización que es lo que está haciendo nuestra CTA en esta jornada a lo largo y ancho del país", subrayó Giuliani.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Microemprendimiento en La Barriada

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Este Miércoles 18 de Diciembre, la CTA hizo entre de 55 pollitos a los primero cinco vecinos del barrio que participan a diario de actividades del Centro Comunitario La Barriada de la CTA.
En esta oportunidad Marcela, Rita, Víctor, Roberto y Tatilo recibieron sus primero once pollos de un ciclo que comenzó de la mano de un convenio firmado entre la CTA y Promoción Social de la Municipalidad de Río Cuarto.
Esto no hubiera sido posible sin el acompañamiento de Rocío y Adrián, y los privados de su libertad de la Cárcel local que son quienes lograron la vida y el alumbramiento de estos pollitos que hoy, andan por el oeste riocuartense.

19/12. A 12 años seguimos en la calle!!!!


La CTA Río Cuarto, adhiere a la Jornada de Movilización Nacional. Este 19 de Diciembre se llevará a cabo radio abierta y volanteada frente al Centro Cívico del Gobierno Provincial de José Manuel De La Sota.

Exigimos:
*La estabilidad y el aumento del salario a $8000 el básico de los trabajadores provinciales.
*El cese del abuso policial, la aplicación del Código de Faltas que provocan la estigmatización y criminalización de la juventud y la pobreza.
 *La no instalación de Monsanto en Malvinas Argentinas ni en ningún punto de la provincia. Que se apoye el Decreto Municipal para que Monsanto no se instale en la ciudad. Expresamos nuestra solidaridad con el acampe que se desarrolla en dicha localidad.

*Por un boleto educativo y obrero real y genuino.

Brindis en La Barriada, acercate!!!

Organizaciones sociales marcharon contra el Código de Faltas provincial

 
Luego de los hechos que terminaron con dos músicos detenidos de la banda Los SoplaFortune, vecinos autoconvocados acompañados por numerosas agrupaciones se manifestaron en el centro de la ciudad

Un grupo de vecinos autoconvocados en contra de la violencia y el abuso de autoridad, que surgió espontáneamente luego de los hechos de apremio policial hacia los integrantes de la banda musical Los SoplaFortune, marcharon por las calles del centro con la consigna “Paz y Libertad”. En repudio contra la aplicación del Código de Faltas, numerosas organizaciones sociales se sumaron al reclamo.

Con un comunicado, los organizadores de la actividad, señalaron que “es un buen momento para para visibilizar que esta vez el hecho se hizo público porque golpearon y detuvieron a músicos conocidos por los jóvenes, pero estas detenciones y humillaciones por ‘portación de rostro’ suceden a diario en nuestra ciudad”.

En la tarde de ayer, referentes de diferentes sectores de la sociedad, autoconvocados en torno a la preocupación por los reiterados episodios de violencia y abuso de autoridad, se manifestaron contra la vigencia y aplicación del Código de Faltas.

“Consideramos que es una herramienta inconstitucional que legitima el abuso de poder y las detenciones arbitrarias que perturban la paz social y profundizan las desigualdades”, aseguraron.

En este sentido, los manifestantes repudiaron los actos de violencia y solicitaron a los legisladores provinciales que se derogue el Código, “como un paso concreto en el sentido de la búsqueda de prevención de eventos de las características que hemos señalado”, sostuvieron.

Trabajo conjunto

Por su parte, Pablo Soppe, representante del Partido Socialista en el Foccof (Frente Organizado Contra el Código de Faltas), señaló: “El primer objetivo de la marcha es repudiar el avance que estamos viendo por parte de la Policía, no sólo contra sectores sociales de recursos bajos, sino también contra otros sectores, como es el caso de los artistas, con la represión a la banda Los SoplaFortune. En tanto, estamos preocupados porque haya un avance sobre los militantes de organizaciones sociales”.

- Tras el conflicto policial, ¿notaron que el trato por parte de las fuerzas de seguridad empeoró?

- Es algo que ya habíamos planteado desde el Foccof tras el acuartelamiento. Indicamos que seguramente la Policía saldría con una fuerza más represiva, algo que efectivamente sucedió. No sólo hubo agresiones a los sectores sociales que siempre fueron vulnerados, sino que avanzaron sobre otros. Por eso, el objetivo de la marcha también es dar visibilidad a lo que pretende la Policía, que tengamos miedo, algo que han manifestado los mismos músicos, que tienen miedo a salir a tocar. Nosotros queremos indicar que desde las organizaciones no tenemos miedo.

- La convocatoria de la marcha demostró que no fue un solo sector el que pide un cambio en el Código de Faltas, sino que hay muchas organizaciones que plantean lo mismo.

- Claro, estamos muy contentos porque se han sumado muchas organizaciones. El mismo Foccof tiene desde su constitución el objetivo de trabajar en conjunto con las agrupaciones y los ciudadanos víctimas de la aplicación del Código. Nos pone contentos ver que la preocupación se ha extendido a muchas organizaciones de la ciudad y la provincia, nos sentimos más acompañados en esta lucha.
La CTA es la organización social que impulsa el espacio del Foccof y se hizo presente a la marcha con compañeros que leyeron la adhesión y solidaridad para con los integrantes de Los Sopla y con tod@s aquellos pibes y pibas que a diario son víctimas del Código de Faltas.

Fuentes: Diario Puntal. Fotografías Micaela Miño.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Brindis de fin de año en La Barriada de la CTA

Invitamos a todos los que nos acompañan siempre al brindis de fin de año de La Barriada y de la CTA. Este Jueves 19 de Diciembre a las 17 Hs.
Vamos por ese mundo en el que quepan todos los mundos!!!!

Convocan a una marcha en repudio del accionar de la Policía a la salida de un boliche



Tras el incidente registrado en Factory que involucró a músicos del grupo "Los Soplafortune", habrá una movilización mañana, desde las 19.30, en Plaza Roca.
    En una conferencia de prensa realizada esta mañana tras el violento episodio desencadenado en la madrugada del sábado 7 de diciembre a la salida del boliche bailable Factory, organizaciones sociales convocaron a una marcha prevista para mañana en repudio al accionar policial.

La rueda de prensa estuvo encabezada por integrantes del grupo "Los Soplafortune", el abogado José Sagarraga y organizaciones sociales como el Foccof, la Comisión municipal de la Memoria, CTA, Juventud Socialista, Libres del Sur, funcionarios municipales y el legislador Roberto Birri. 

En la ocasión, repudiaron la imputación penal promovida desde la Policía sobre algunos integrantes de la banda musical y asistentes que salían del recital nocturno. Daniel Vergara, músico de "Los Soplafortune" relató cómo sufrió el embate policial aquella madrugada.

Por su parte, Sagarraga manifestó que aún se analiza si realizarán o no alguna denuncia judicial contra la fuerza pública.

En tanto, confirmaron que mañana realizarán una marcha, a las 19, desde Plaza Roca, denominada "Por la Paz y la Libertad" y en contra de la aplicación del Código de Faltas.
Tras la detención de dos integrantes de la banda, el abogado José María Sagarraga cuestionó el accionar que se desplegó en el operativo policial.

“La responsabilidad de la policía es clara. Hay filmaciones de los jóvenes que fueron víctimas del atropello, de modo que va a ser acreditada de la causa penal que se les instruye a los jóvenes”.

El abogado defensor aseguró que los jóvenes que participaron esa noche del espectáculo musical “no cometieron ningún delito y que fueron víctimas del atropello y la arbitrariedad policial”.

En conferencia de prensa, Sagarraga adelantó que planteará la nulidad desde el momento de la declaratoria. No descartó que se realice una denuncia policial contra algunos de los efectivos que participaron del cuestionado procedimiento policial. 

Fuentes: www.lv16.com, Puntal, Quatro TV.

La CTA, Malón y ATE en la audiencia pública por el aumento del boleto urbano. Decimos NO!!!



En el Concejo Deliberante se realizó la audiencia pública sobre el servicio de transporte público de pasajeros en la ciudad.
La prestación de la Sociedad Anónima de Transporte quedó en la mira por el costo del boleto de colectivos y las deficiencias en algunas líneas.
En los últimos meses, ediles recorrieron los barrios para sumar la opinión de los vecinos y el municipio ordenó una evaluación de la Universidad Tecnológica Nacional.
El presidente de la SAT, Ricardo Semprini, también estuvo presente en el recinto. La firma solicitó un aumento del boleto que elevaría el monto a más de 5 pesos.
“El transporte puede tener falencias, como en todos lados, pero el servicio es bueno en Río Cuarto. Un déficit que siempre hemos reconocido es el de la limpieza de las unidades”, manifestó.
Semprini confirmó el pedido de una suba del pasaje al considerar que “existe un atraso tarifario y en septiembre ya deberíamos estar cobrando $4,39″
“Además, hay que contemplar un posible aumento de sueldos del 30 por ciento”, expresó.
Por su parte estuvieron también como oradores Lucía De Carlos de la Organización Territorial Malón de la CTA, Walter Ávalos de ATE y Federico Giuliani quien es el Secretario General de la CTA local, Giuliani destacó: "La Central de Trabajadores de la Argentina, CTA, viene manteniendo su coherencia y postura desde hace años de que el servicio de transporte urbano debe ser, de una vez por todas, estatal. Hay que dejar de tercerizar los servicios que se le brinda a la población, como es el caso de Cotreco y del colectivo. A su vez sostenemos que es necesario frenar a la empresa SAT que no presenta balances, no hay un órgano de control que la regularice, y sobre todo amenaza la prestación del servicio y se acerca al Concejo Deliberante solo para solicitar aumentos en el costo del boleto que siempre recaen sobre los estudiantes y los trabajadores que utilizan este para llegar a cumplir con sus responsabilidades. La CTA se opone al aumento y exige un informe serio, que este a cargo de la Comisión de Servicios Públicos que tiene que tratar las cuestiones referidas al Transporte, para que sea esta quien haga el diagnostico de cómo funcionan los colectivos, la franja horaria y frecuencia que tienen principalmente a los barrios periféricos de la ciudad, analizar a que barrio llega y a cuales no porque sabemos que no cubre el total de Rio Cuarto, a su vez que verifique su llegada a localidades como Las Higueras y Holmberg, en la cual un alto número De sus habitantes desarrollan sus tareas laborales en nuestra ciudad. Apelamos también a la creación de un boleto obrero dado que siempre los trabajadores pagamos los ajustes y no estamos dispuestos a seguir haciéndonos cargo de crisis ajenas. Reiteramos, la Comisión de Transporte de este Cuerpo Legislativo debería servir para la generación de debates, aportes y propuestas para la construcción de un servicio público eficaz, seguro, limpio, moderno, amplio, que se encuentre a la altura de lo que los trabajadores de a pie necesitan y no solamente para discutir incrementos de la tarifa del boleto, porque en ese ámbito entendemos desde la CTA que no se pueden legalizar aumentos que recaigan sobre el bolsillo de los trabajadores que sufren los efectos de la inflación. Que esta audiencia no quede solo en la exposición de posturas, sino que realmente se escuche a las organizaciones que el Concejo Deliberante sea la caja de resonancia de los problemas de los riocuartenses y no la escribanía de los grupos de poder de la ciudad".

En defensa de la Salud Pública!!!

“Escuela de Murga y Batucada del Centro Comunitario La Barriada CTA


Ya están en venta los números de rifa que tienen como premio éstas obras…
Encargá el tuyo!!. A total beneficio del proyecto de Arte social “Escuela de Murga y Batucada del Centro Comunitario La Barriada CTA – Barrio Hipódromo” de Río Cuarto.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Tercera Edición: Bicicletada por Pocho Lepratti

Foto: Se viene la tercera edición de la Bicicleteada por Pocho Lepratti
El sábado 21 de diciembre, a las 16:00, se llevará a cabo el evento que reivindica la memoria del militante social asesinado el 19 de diciembre de 2001. La misma consiste en una recorrida en bicicleta por las calles de Río Cuarto. Organiza la Central de Trabajadores de la Argentina con el acompañamiento de la Cooperativa de Trabajo Al Toque Ltda.
El sábado 21 de diciembre, a las 16:00, se llevará a cabo el evento que reivindica la memoria del militante social asesinado el 19 de diciembre de 2001. La misma consiste en una recorrida en bicicleta por las calles de Río Cuarto. Organiza la Central de Trabajadores de la Argentina con el acompañamiento de la Cooperativa de Trabajo Al Toque Ltda.
El recorrido de la bicicletada será el siguiente: se partirá desde la sede social de la CTA (Fotheringhan 171), se transitará por Baigorria hasta Sarmiento, doblaremos en Rivadavia y seguiremos hasta Bv. Ameghino y se desembocará en el predio del Andino. En ese lugar se realizará una intervención cultural.

Una buena oportunidad para reivindicar la memoria en familia.

Los esperamos!!

Desde el Foccof, organizaciones sociales repudiaron el accionar represivo policial


En conferencia de prensa, los integrantes del Foccof (Frente Organizado contra el Código de Faltas), integrado por organizaciones sociales de la ciudad, manifestaron un repudio de la situación de caos y violencia que se desarrolló esta semana con la crisis policial.

“Los hechos llevaron a criminalizar aún más la pobreza, la protesta y la estigmatización de los sectores más vulnerables de Córdoba y Río Cuarto”, señaló Julia Giuliani, una de las integrantes del ente.

Señaló, en tanto, que “hubo declaraciones de responsables de la cúpula policial que llamaban a ganar las calles, con allanamientos en búsqueda de quienes realizaron los saqueos, utilizando como excusa la situación para profundizar la aplicación del Código de Faltas en jóvenes de barrios marginales. Se sale así a la caza de chicos que responden a las características que según la Policía son posibles responsables de los hechos desarrollados”.

Giuliani destacó que han mantenido comunicaciones con el Foccof de Córdoba y con Jóvenes por Nuestros Derechos (organizadores de las “marchas de la gorra”), desde donde se informó que hubo allamientos violentos en varios puntos de la ciudad capital.

- ¿Se tiene conocimiento de allanamientos con características similares en Río Cuarto?

- Por el momento, no nos llegaron denuncias. Hay datos pero no son certeros de lo que sucedió en nuestra ciudad.
Por su parte, Pablo Soppe sostuvo: “Ante los sucesos recientes vemos que ha fracasado la política social del Gobierno provincial, por la conflictividad social que se generó con el acuartelamiento de la Policía”. El integrante del Foccof señaló que se debe “mencionar que la represión no combate la inseguridad, sino que la profundiza, algo que quedó de manifiesto en la jornadas de esta semana”.

- Ante casos de violencia entre ciudadanos durante la crisis policial, ¿se analiza un traspaso de los valores del Código de Faltas a la misma sociedad?

- El Gobierno provincial fue un Estado policial durante 14 años que le cedió el poder las fuerzas seguridad, y que difundió qué características físicas, llevar una gorra y ser de determinado barrio, son sinónimos de delincuentes, algo de lo que muchos se hacen eco.


Fuente: Diario Puntal y Quatro TV

30 años de Democracia: espacios para pensar

La segunda charla será este viernes 13 en el mismo lugar, desde las 20.30, con las exposiciones de Juan Carlos Giuliani, dirigente de la CTA nacional; Conrado Storani, ex diputado nacional de la UCR; y Matilde Glineur Berne, militante social y ex presa política de la ciudad.

Militantes por la Justicia Social, aportes para nuevas construcciones políticas

Las graves violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo de estado generaron múltiples iniciativas de acciones resistentes durante la misma dictadura, para defender la vida y la libertad severamente afectadas, en desaparecidos, fusilados, torturados, presos y perseguidos en general. La exigencia coyuntural obligó a centrar el reclamo en aquellos derechos básicos, arrasados por la dictadura.

Esa lucha, ya en democracia, siguió en el mismo tono ante la necesidad de reclamar la aparición con vida, y el juicio y castigo a los asesinos.
Como todo proceso histórico, la lucha por los derechos humanos tuvo y tiene sus contradicciones y limitaciones. Reivindicados primero desde lo afectivo por los familiares, se fueron constituyendo las asociaciones que representarían esas primeras experiencias. Las madres y abuelas de Plaza de Mayo quedaron como el símbolo máximo.
Pero no todo el espectro político y social que asumió aquella lucha tuvo y tiene la misma visión. Siempre desde la solidaridad estuvieron presentes dirigentes políticos, sociales y religiosos – aunque no en forma mayoritaria – que, sin haber compartido y en muchos casos habiendo estado en contra de la militancia concreta de asesinados, desaparecidos y presos, se sumaron y hasta encabezaron manifestaciones de reclamos por verdad y justicia.

La demonización de los militantes revolucionarios

El momento político, desde 1983 y aún antes, no hizo posible instalar junto a ello la participación de quienes venían luchando contra las violaciones a los derechos humanos, primero desde las campañas internacionales y luego del retorno al país, desde los mismos organismos de derechos humanos que habían contribuido a consolidar, hasta con aportes financieros, porque habían creado una estructura internacional a tales fines, como parte de su política de desgaste de la dictadura.
Continuaba la demonización de los llamados “subversivos”, desde sectores interesados, mucho más amplios que sólo las fuerzas militares y de seguridad ejecutoras del terrorismo de estado, con los grandes medios de prensa como sus principales difusores. Esta demonización se perfeccionó cuando el proceso político evolucionó favorablemente hacia la democracia. En esta demonización se encontraron las fuerzas políticas de cuño liberal, que nunca compartieron el cuestionamiento a fondo del sistema capitalista. Y coincidieron con los sectores económicos, sociales y clericales que se sintieron amenazados en la disputa por la hegemonía del poder.
El gobierno del Presidente Raúl Alfonsín emitió decretos para que se procesara a las cúpulas de las Fuerzas Armadas como ejecutoras del terrorismo de estado; y a los principales dirigentes de las organizaciones revolucionarias Montoneros y PRT-ERP, que encarnaron la lucha armada.
De ese modo se institucionalizaron los dos demonios, cuya doctrina quedaría mejor expuesta por el presidente de la CONADEP Ernesto Sábato en el prólogo del Nunca Más en 1984. Sin atribuirle la autoría exclusiva al eximio escritor, ya que fueron varios los pronunciamientos políticos y sociales, antes y después del golpe militar del 24 de marzo de 1976, que equipararon las “violencias de diversos signos”, sin asumir ninguna responsabilidad política en su génesis.
No es propósito de estas breves reflexiones desarrollar dicha doctrina, sino avanzar en sus consecuencias tanto a nivel de la lucha por los derechos humanos como en las posibilidades de reconstitución política para el proyecto de las grandes mayorías populares. Las grandes limitaciones para esto durante estos largos años de democracia, nos desafían – más allá de lo logrado – a profundizar en los variados aspectos que como resabios del terrorismo de estado todavía influyen como obstáculos al desarrollo de construcciones políticas capaces de generar nuevas condiciones objetivas y subjetivas para las transformaciones exigidas por las realidades de injusticias sociales.
Partimos de afirmar y reconocer que aquella valiosa lucha de los primeros años de los organismos de derechos humanos, que incluyó la participación de algunos dirigentes políticos, sociales y religiosos, sirvió para difundir e instalar en buena parte de la sociedad la gravedad de las violaciones a los derechos humanos. Sin embargo al predominar en aquella reivindicación los derechos a la vida y a la libertad, quedó acotada a una concepción liberal de los derechos humanos, cuya manifestación más evidente fue la abstracción o el ocultamiento de la vida militante de quienes aparecían mayoritariamente como víctimas del terrorismo de estado.
Más aún, se juzgaba políticamente conveniente no hacer referencia a ella porque se consideraba que debilitaba las argumentaciones condenatorias de las violaciones. De buena parte de los familiares tampoco se creía oportuno destapar aquello, que en muchos casos, ellos mismos habían ignorado o no compartido: la pertenencia a organizaciones revolucionarias armadas. Muy poco lo hacían los allegados a militantes de las izquierdas tradicionales, que desde su postura política negaban la validez de la lucha armada; quienes de todos modos en el marco de la doctrina de seguridad nacional aplicada por los militares, quedaban igualmente sospechados de “subversivos”.
Esto posibilitó la instalación con mayor fuerza de la teoría de los dos demonios, que fue ampliamente acogida por los principales protagonistas de los primeros períodos democráticos.
De este modo, y sin pretender hacer un desarrollo minucioso de los procesos de formación y actuación de los principales organismos de derechos humanos, se fue afianzando el reclamo de justicia, con sus idas y venidas, hasta que pudo encauzarse con mayor estabilidad y eficacia, a partir de la anulación de las leyes de impunidad, en el 2006, con una reivindicación política más integral de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, desde la asunción del Presidente Néstor Kirchner en el 2003.

El camuflaje de los coautores

Se manifestarían sin embargo nuevas limitaciones con sus consecuencias políticas. La urgencia de reencauzar el reclamo de justicia conllevaba la decisión política de anular las leyes de impunidad, retomando las denuncias y los procesos paralizados en 1987 por las leyes de obediencia debida y punto final del presidente Raúl Alfonsín y los decretos de indultos del Presidente Carlos Menem. Pero este reclamo quedó centrado, prácticamente en forma excluyente, en los ejecutores directos del terrorismo de estado: los militares y las fuerzas de seguridad.
Este aspecto venía favorecido por el transcurso de veinte años de vida democrática en el país (de 1983 al 2003) con plena vigencia del neoliberalismo, que benefició a los sectores económicos concentrados, igual que durante el terrorismo de estado. Estos y otros sectores se reciclaron en los partidos políticos tradicionales y factores de poder como la mayoría del poder judicial que se mantuvo intacto, la cúpula eclesiástica, las usinas económicas con sus Institutos técnicos financiados por las corporaciones nacionales e internacionales y los grandes medios masivos de comunicación social.
También la dirigencia sindical burocratizada, que se integró a los negocios de las reformas privatizadoras del neoliberalismo, amparó aquella vigencia de la impunidad del amplio espectro social, cuya complicidad recién empezaría a visibilizarse al calor de los juicios de lesa humanidad.
La sensibilidad social que despertó el conocimiento de los horrores cometidos por el terrorismo de estado tuvo su efecto positivo al extender una nueva conciencia y valorización de los derechos humanos y la convivencia democrática. El impacto fue especialmente en los sectores medios; y se expresó y expresa en las marchas conmemorativas de cada 24 de marzo o 10 de diciembre. No alcanzó sin embargo para penetrar en amplios sectores populares, más urgidos por las necesidades inmediatas que le generaba la crueldad del modelo neoliberal, con desocupación, desatención de salud, desmantelamiento de la legislación laboral y previsional, etc., a lo que debe añadírsele la cooptación por la cultura neoliberal. Por efectos de la misma fragmentación social no se logró que las organizaciones sindicales, por ejemplo, asumieran la reivindicación de sus trabajadores desaparecidos.
Salvo la CTA (Central de Trabajadores de la Argentina) que en algunos casos también realizó presentaciones judiciales. E incluyó, como novedad desde una organización de los trabajadores, una política para incluir a los miles de desocupados que generaba el neoliberalismo. Pero no se pudo avanzar en la recuperación de todo el contenido político para movilizar hacia nuevas herramientas que pudieran mantener el horizonte de cambios sociales que quedaron inconclusos con la represión del terrorismo de estado.

Víctimas o sujetos políticos

Un elemento fundamental en esta limitación fue y sigue siendo la predominancia del concepto de “víctimas” del terrorismo de estado. Al imponerse esta perspectiva se cierran las posibilidades a la reivindicación de las víctimas como militantes. Y no con militancia de cualquier tipo, sino predominantemente en organizaciones revolucionarias armadas, que, ya sean trabajadores, estudiantes o profesionales, constituyen la mayoría de las víctimas.
Para evitar interpretaciones incorrectas es necesario precisar que desde el punto de vista jurídico y humano, ciertamente las víctimas deben ser consideradas como víctimas, tanto por el delito cometido contra ellas como por la arbitrariedad de los métodos inhumanos e inmorales que se les aplicaron. Pero desde la óptica política, y abarcando al conjunto social que integran secuestrados, fusilados, presos y exiliados, compuesto por trabajadores, estudiantes y otros sectores populares organizados políticamente, reducirse a esa apreciación significa asumirse en una sensibilidad social de sometimiento bajo los pies de un victimario.
Aceptar este dominio, que es precisamente la anulación de la personalidad individual y política buscada por los represores, significa coartar la capacidad y la iniciativa política para retomar un rol de sujeto histórico en los necesarios procesos de cambio social. Y por lo tanto, limitaciones en la concepción y construcción de las nuevas herramientas políticas que requiere la situación actual. La desaparición de los cuerpos, con el entierro clandestino en fosas comunes o lugares deliberadamente ocultados, simboliza no sólo la pretensión de borrar la memoria de quienes encarnaron la lucha por una sociedad justa e igualitaria como sujetos individuales y colectivos, sino de borrar también el proyecto que representaron. Sin memoria de los que corporizan los proyectos históricos, hay menos posibilidades de recrear aquellos que quedaron inconclusos.
Esta despolitización desde los derechos humanos se ha venido expresando más en lenguajes simbólicos que políticos, aunque la política requiera también de lo simbólico que incide en la sensibilidad social. Por ejemplo, hablar de que “fueron perseguidos porque tenían ideas diferentes” o “lucharon por un sueño”, y expresiones similares que eluden especificar “las ideas diferentes” o se evaden en “sueños” (que por lo general nunca se realizan) para no mencionar el proyecto revolucionario que encarnaban y los métodos adoptados para concretarlo, significa licuar el contenido de la lucha de la mayoría de nuestros muertos y desaparecidos, que estaba estrechamente vinculado a la memoria de la historia del movimiento popular y sus luchas de resistencias a la opresión oligárquica.
Tampoco se trata de mencionar proyectos en el aire, sino los que fueron encarnados por organizaciones concretas (político-militares, sindicales y sociales), visualizadas como “peligro” potencialmente real en la disputa del poder. Y que en las resistencias peronistas reconocen un largo camino de construcción política. Por cierto que esto debe hacerse señalando aciertos y errores como contribución positiva a las nuevas situaciones. Y en este proceso ciertamente que corresponde una profunda reflexión valorativa, de crítica y autocrítica, sobre la violencia política, su origen, sus diferentes manifestaciones, su desarrollo, sus implicancias, sus consecuencias.
Pero no desde “asépticas” disquisiciones académicas que descontextualizan las diferentes situaciones, sino asumiéndose como parte de un pueblo que lucha por su dignidad, con sus contradicciones, con sus avances y retrocesos, sus experiencias de resistencia activa y sus padecimientos represivos, desde el barro de la realidad cotidiana, que hace historia y es siempre compleja imponiendo continuos aprendizajes.

Impunidad y construcción política

El vaciamiento del contenido político hizo más potable la extensión del reclamo de justicia por las violaciones sufridas. Considerando positiva esa extensión a variados sectores de la sociedad, no podemos dejar de señalar la pérdida en profundidad. Porque a la vez quedaron limitados los logros culturales de ese objetivo, al considerar que con la condena jurídica de los asesinos se había obtenido justicia. Claro que son pasos fundamentales e imprescindibles para avanzar. Eso no está en cuestión. Sólo pretendemos afirmar que allí no acaba la impunidad.
La impunidad, más allá del fallo condenatorio de la justicia, sigue porque sigue el dominio de los victimarios, que incluye a los que conservan buena parte del poder dominante, ante la anulación del carácter militante de las víctimas. Más aún, éstas, despojadas de su identidad política, no sólo resultan inofensivas para el sistema, sino que son utilizadas para darle transparencia elevando el carácter plural y participativo de la democracia. No hay posibilidad alguna que aquellas víctimas vuelvan a ningún escenario que ponga en riesgo el orden del sistema establecido.
Son parte del pasado que no debe volver “nunca más”. Aquellos militantes y lo que representaron tampoco, por supuesto. Permanece el efecto de la impunidad, como objetivo de la imposición del miedo por imperio del terror, que es represivo de la vida y la libertad pero también privativo de otros derechos (trabajo, salud, vivienda, tierra, educación, etc.). No es casual que con el rescate de las luchas contra las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, no aparezcan las múltiples y aún dispersas resistencias obreras a las políticas neoliberales de Martínez de Hoz. Muy pocos recuperan la primera Jornada Nacional de Protesta en abril de 1979 convocada por la “Comisión de los 25”, que conllevó el encarcelamiento de varios dirigentes sindicales peronistas.
La impunidad del terrorismo de estado, que tiene manifestaciones en democracia especialmente contra los más empobrecidos, domina el escenario político cuando imposibilita, demora u obstaculiza la constitución de nuevos sujetos políticos, con capacidad de cuestionar y disputar el poder.
Avanzar en logros culturales implica revertir la cosmovisión neoliberal dominante para recuperar la perspectiva comunitaria, base fundamental para un proyecto político de cambio social.
Las dificultades evidenciadas para acompañar e incluso promover la investigación judicial a funcionarios judiciales, clericales, empresariales o sindicales, indican que no se ha puesto el mismo énfasis que en la persecución a los ejecutores inmediatos de la represión. Es fácil percibir que avanzar sobre aquellos coautores y cómplices del terrorismo de estado encontrará más resistencia social en los sectores de poder que han seguido acumulando espacios políticos durante los años democráticos. La vigencia de la corporación judicial es una muestra. La necesidad de preservar las inversiones de las multinacionales es otra. Aunque se tenga en ambos casos, elementos concretos para enjuiciar la coautoría civil.
No hace tanto tiempo que se habla de golpe cívico-militar. Y hay que recordar que fueron muy criticadas las acciones de resistencia activa, que pretendían acompañar las luchas obreras durante la dictadura, contra el núcleo duro que era el equipo económico de José Alfredo Martinez de Hoz.
Los pasos dados en la actualidad para la persecución penal de algunos, como el caso de Pedro Blaquier del Ingenio Ledesma en Jujuy, señalan un rumbo que es necesario profundizar, conscientes que las dificultades serán más arduas que el enjuiciamiento a los militares y fuerzas de seguridad, que ya perdieron el consenso social; pero que podrían ser rehabilitados por los propulsores de “reconciliaciones”, como la propuesta por el gobernador de Córdoba José Manuel De la Sota, para reinstaurar la hegemonía de un modelo elitista y conservador. Esto, junto a la defensa corporativa a Pedro Blaquier que realizaron destacados exponentes de los poderes económicos y el diario La Nación en Buenos Aires o la invitación de un prominente funcionario vaticano para que asistiera a la asunción del Papa Francisco, son apenas signos de que las presiones serán fuertes y no cejarán.
Igualmente sucedió en Córdoba, con actuales funcionarios judiciales que salieron en defensa pública de magistrados imputados por delitos de lesa humanidad, como el ex juez Carlos Otero Álvarez. Las investigaciones en torno a Papel Prensa y otros despojos económicos sufridos por empresarios alientan la esperanza de acabar con los maridajes de la impunidad. Y para esto sin duda se necesita una justicia más cercana a la sociedad.
Esta realidad nos lleva al núcleo del planteo. Pasar de “víctimas” a “sujetos políticos” es imprescindible para las posibilidades de construir nuevas herramientas políticas, capaces de fortalecerse en organización como para cuestionar las bases del poder explotador, que sigue en manos de corporaciones económicas, con sustento en instituciones políticas, religiosas y culturales.
Pero hace falta que las propias víctimas, que ciertamente lo fueron, como nuestros hijos o los que han crecido en esa lógica, puedan dar ese paso que permitirá asumirse como protagonistas y no actores de reparto en un nuevo proceso. Para eso también hay que perderle miedo a las experiencias pasadas.
No temer en nombrarlas con nombre propio, rescatando lo positivo y descartando lo negativo. Analizarlas sin las anteojeras construidas en el marco del discurso de los demonios, que se niega en las palabras pero pareciera estar incorporado en la sensibilidad, incluso de comunicadores sociales visualizados como progresistas. Se requiere analizar aquellas prácticas con la referencia fundamental del pueblo y el rol jugado entonces en su relación con las organizaciones revolucionarias. Eso aportará pautas para la nueva etapa.
No podemos ignorar que a la mayoría del espectro político, con su multiplicidad de partidos o alianzas, que ocupa la escena nacional y las disgregadas realidades provinciales, le es más funcional una política de derechos humanos restringida al pasado y lavada en el contenido político revolucionario. No deben volver los malos ejemplos. No hay por qué cuestionar el sistema. Es mejor petrificar la memoria en el pasado. Este pareciera ser el discurso políticamente “correcto”, que no supera el condicionante del posibilismo.
Sin embargo las políticas distributivas avanzarán en justicia social en la medida que exista fuerza popular organizada, capaz de acompañar y sostener medidas de profundización del reparto de las riquezas. Y también de proponer y participar en la ejecución de esas políticas.
Eso sería una manifestación de la democracia que necesita el pueblo argentino, que valora los logros de estos treinta años pero a la vez siente en su bolsillo, en su corazón y en su cabeza todo lo que le falta para una vida en dignidad y justicia.
A treinta años ya es tiempo de pasar de la democracia liberal, que coloca las formas por sobre su contenido, a la democracia popular con justicia, que implica transformaciones profundas no sólo del ordenamiento político y jurídico, sino también el económico, para una nueva cultura que sostenga en el tiempo las transformaciones sociales necesarias.
* Ex detenido político. Director de Tiempo Latinoamericano. Biógrafo del Obispo Enrique Angelelli. Ex secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba