
Ocampo
añadió: "Cuando el gobierno de turno reciba el cachetazo del no del
pueblo argentino va a quedar absolutamente claro que el modelo de
desarrollo para el pueblo no se asienta en la falta de respeto al medio
ambiente".
-¿Cómo surge esta idea de la Consulta Popular sobre los Bienes Comunes?

A
partir de las experiencias vividas por el pueblo argentino sobre el
filo del año 2011 y todo el 2012 donde hubo resistencias que han sido
realmente efectivas en relación a la defensa de los bienes comunes,
nosotros desde la CTA hemos estado participando en una diversidad de
acontecimientos a lo largo y a lo ancho del país y a partir de una
propuesta de Mendoza, surgió la necesidad de una idea que pudiera
traducir en un hecho que pueda a su vez empujar la realización de un
evento de alcance nacional donde pueda participar de manera decisiva el
pueblo para tomar decisiones con respecto a los bienes comunes.
-La idea es hacer una consulta.

La
idea es una consulta popular para que el pueblo argentino conteste por
sí o por no a una pregunta que sea absolutamente concisa, clara,
contundente y que pueda expresar con total claridad el rechazo del
pueblo que hemos visto en la diversidad de luchas que hubo en todo el
país y que descontamos que se va a dar en caso de una consulta . Pero
también queremos responsabilizar al poder político institucional de este
país que habla de democracia, que habla de progresismo, que habla de
participación popular pero que le tiene miedo al pueblo al momento de la
toma de decisiones en cuanto a los recursos naturales.
Lo de la consulta popular es una cuestión práctica que nos va a
conducir a poder organizar una idea que llegue al pueblo para que con
una herramienta tan clara como el voto pueda dar un mensaje contundente
no solo de resistencia y decir: no queremos que nos ensucien el agua, la
tierra, el aire sino decir no a un modelo que sobre la base del
extractivismo está exterminando la vida, no solo en la Argentina sino
también en todo el planeta.
-Es también para desenmascarar esta idea de que, por ejemplo, la megaminería genera empleos.

- Es el mensaje mentiroso de las élites que se disfrazan de
progresistas y ocultan un conservadurismo de tono desarrollista que
lleva a que a través de la extracción que ellos llaman riqueza, terminen
cobrando con algunos puestos de trabajo y una relativa tranquilidad
económica por un tiempito porque todo lo que extraen termina por
empobrecer el suelo, el medio ambiente, el ecosistema y esos lugares
quedan absolutamente desertificados para la vida en el futuro.
-¿Quién convocará a la consulta?

Lo
primero que vamos a plantear es que el Estado Nacional, a través del
Gobierno, convoque a la consulta popular para que el pueblo argentino
conteste por el sí o por el no a este atropello que es el extractivismo.
Cuando el gobierno de turno reciba el cachetazo del no del pueblo
argentino va a quedar absolutamente claro que el modelo de desarrollo
para el pueblo no se asienta en la falta de respeto al medio ambiente, a
la vida, a los seres humanos y a los recursos naturales sino que se
tendrán que traducir en políticas completamente diferentes a éstas. Y si
el gobierno no convoca a la consulta popular la convocaremos las
organizaciones libres del pueblo, los sindicatos, los movimientos
sociales, los centros culturales, las organizaciones políticas que están
en contra de este modelo. Pondremos la urna en una plaza, en una
esquina, en un club para que el pueblo pueda votar si es que el gobierno
no habilita con todo el poder del Estado a esta consulta si es como
dice que es: democrático.
-Es parecida al FRENAPO.

Claro
que sí, es muy parecida, solamente que la palabra pobreza del Frente
Nacional contra la Pobreza, ahora será el Frente Nacional contra la
Muerte o contra la planificación de la muerte por la vía de la
planificación del extractivismo, la megaminería contaminante, los
agrotóxicos, las explotaciones que desertifican tierras fértiles. Esta
es una idea política muy fuerte que surge desde un sector sindical que
tiene una política que tiene que ver con la vida. No se puede tener
discursos de la vida planificando la muerte.
A partir de esta reunión vamos a ordenar la ideas para armar el
abanico convocante para que no solo sea el sector sindical sino todas
las fuerzas sociales que quieran hacerlo: asambleas ciudadanas,
ambientalistas, ciudadanos en general, todos con un común denominador:
no queremos delegar en ningún gobierno la responsabilidad de cuidar la
vida de las generaciones presentes y de las por venir cuando estamos
observando ostensiblemente la práctica de los gobiernos que solo están
posibilitando la extracción.
Si nosotros no entendemos que somos parte de la naturaleza y nos
creemos que somos dueños de la naturaleza o que la manejamos a nuestro
antojo, vemos este resultado actual: la están destruyendo
transformándola en veneno. Y cuando el gobierno vea que somos muchas
organizaciones y que vamos a juntar un millón de firmas, se va a dar
cuenta que tenemos fuerza porque separados no somos nada pero juntos
somos muy potentes.
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