Desde
ayer, en la sede de CTA Nacional, tiene lugar la reunión del comité
regional del SIGTUR. Miembros de las distintas centrales obreras de los
países del sur del mundo debaten sobre las principales luchas de los
trabajadores en los distintos contextos sociales, políticos y
culturales.
Adolfo
Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, dio inicio
al encuentro relatando las principales reivindicaciones de los
argentinos: “Desde nuestra central, hemos estado desenmascarando las
mentiras oficiales como es el ejemplo de la inflación que intenta poner
techos a las negociaciones colectivas, porque tanto las patronales y el
gobierno se aprovechan de los datos falsos. En ese sentido, para ser
eficaces, hemos priorizado las alianzas con los que luchan."
Glenn Thompson, Rob Lombert y Gavin Richards son los representantes de la central australiana. Contaron sobre la prosperidad en la situación económica de los últimos diez años en su país pero reflexionaron los daños que ello conlleva a las organizaciones: "los períodos de prosperidad confunden a la clase trabajadora, porque se pierden los objetivos al volverse difusa la historia de lucha y las reivindicaciones profundas. Es más difícil movilizar en ese contexto. Esta imagen que estamos bien y no deberíamos meternos en líos sindicales está confundiendo a la clase y dificultando la organización sindical. Pequeños beneficios, grupo por grupo, van distanciando a la sociedad".
Sobre la situación en Corea del Sur, tomó la palabra Mykyung Ryu de la KCTU: “En 2012 llegó al poder un gobierno conservador que estuvo con la dictadura de los 70. El gobierno conservador no plantea ninguna alternativa real para resolver la crisis actual. La única opción es proteger los derechos de las empresas, no hay agenda alternativa a esta”. Respecto Del conflicto con Corea del Norte, planteó: “Para los movimientos sociales es muy difícil criticar al gobierno y a la alianza con EEUU porque te acusan de traidor. Plantear la desmilitarización del conflicto es casi como ser norcoreanos”.
A su turno, miembros del COSATU de Sudáfrica relataron las luchas de su pueblo. “Estamos tratando el tema de la tierra. Si los trabajadores no tienen tierra, es muy difícil tratar los problemas de empleo, pobreza y desigualdad social. Las agencias de empleo son desastrosas para el movimiento sindical. Promueven la tercerización y la rotación laboral. Te dan contratos por seis meses que impiden relacionarte con un sindicato”. En particular, comentaron las extorciones sufridas por los trabajadores de la minería en Sudáfrica: “hubo un grave problema con las empresas mineras: promovían medidas de violencia y presión contra los trabajadores para que se desafilien de nuestro sindicato y se afilien a un sindicato adicto a las empresas, a cambio de seguridad”.
Por su parte, Joao Felicio y Julio Turra de la Central Única de los Trabajadores (CUT) en Brasil relataron las mejoras en la situación de los trabajadores durante los últimos diez años: “Tenemos la tasa de desempleo más baja de nuestra historia", lo cual ha conducido a un mayor empoderamiento de las organizaciones sociales y sindicales. “No queremos volver al pasado. Debemos incrementar nuestra participación en la política nacional para empujar al gobierno más a la izquierda. Si no hay orientación ideológica, no tendremos nunca un avance como clase,” agregaron.
En tanto Arokia Dass, representó a la cental obrera de Malasia en la reunión del SIGTUR y relató: “En los países del sudeste asiático está el problema de que no hemos alcanzado el nivel de organización que tienen centrales como la CTA. El problema es que no hay perspectivas sobre el rol del sindicato, en este sentido la ideología se vuelve algo fundamental. A su vez, las multinacionales dañan el movimiento sindical promoviendo la existencia de sindicatos funcionales a ellas”.
Foto: Luis Bañagasta
Glenn Thompson, Rob Lombert y Gavin Richards son los representantes de la central australiana. Contaron sobre la prosperidad en la situación económica de los últimos diez años en su país pero reflexionaron los daños que ello conlleva a las organizaciones: "los períodos de prosperidad confunden a la clase trabajadora, porque se pierden los objetivos al volverse difusa la historia de lucha y las reivindicaciones profundas. Es más difícil movilizar en ese contexto. Esta imagen que estamos bien y no deberíamos meternos en líos sindicales está confundiendo a la clase y dificultando la organización sindical. Pequeños beneficios, grupo por grupo, van distanciando a la sociedad".
Sobre la situación en Corea del Sur, tomó la palabra Mykyung Ryu de la KCTU: “En 2012 llegó al poder un gobierno conservador que estuvo con la dictadura de los 70. El gobierno conservador no plantea ninguna alternativa real para resolver la crisis actual. La única opción es proteger los derechos de las empresas, no hay agenda alternativa a esta”. Respecto Del conflicto con Corea del Norte, planteó: “Para los movimientos sociales es muy difícil criticar al gobierno y a la alianza con EEUU porque te acusan de traidor. Plantear la desmilitarización del conflicto es casi como ser norcoreanos”.
Avanza la organización
Amanulla Kahn, miembro de la CITU en India describió: “La situación de la desigualdad es grave. India tiene los principales millonarios pero también una gran cantidad de la población sumida en la pobreza. El gobierno ha emprendido una serie de medidas neoliberales y privatizadoras. Lo positivo de este proceso, fue el fortalecimiento de las organizaciones sindicales que nos hemos unido para frenar este tipo de medidas. En febrero hubo unos 150 millones de trabajadores en huelga”.A su turno, miembros del COSATU de Sudáfrica relataron las luchas de su pueblo. “Estamos tratando el tema de la tierra. Si los trabajadores no tienen tierra, es muy difícil tratar los problemas de empleo, pobreza y desigualdad social. Las agencias de empleo son desastrosas para el movimiento sindical. Promueven la tercerización y la rotación laboral. Te dan contratos por seis meses que impiden relacionarte con un sindicato”. En particular, comentaron las extorciones sufridas por los trabajadores de la minería en Sudáfrica: “hubo un grave problema con las empresas mineras: promovían medidas de violencia y presión contra los trabajadores para que se desafilien de nuestro sindicato y se afilien a un sindicato adicto a las empresas, a cambio de seguridad”.
Por su parte, Joao Felicio y Julio Turra de la Central Única de los Trabajadores (CUT) en Brasil relataron las mejoras en la situación de los trabajadores durante los últimos diez años: “Tenemos la tasa de desempleo más baja de nuestra historia", lo cual ha conducido a un mayor empoderamiento de las organizaciones sociales y sindicales. “No queremos volver al pasado. Debemos incrementar nuestra participación en la política nacional para empujar al gobierno más a la izquierda. Si no hay orientación ideológica, no tendremos nunca un avance como clase,” agregaron.
En tanto Arokia Dass, representó a la cental obrera de Malasia en la reunión del SIGTUR y relató: “En los países del sudeste asiático está el problema de que no hemos alcanzado el nivel de organización que tienen centrales como la CTA. El problema es que no hay perspectivas sobre el rol del sindicato, en este sentido la ideología se vuelve algo fundamental. A su vez, las multinacionales dañan el movimiento sindical promoviendo la existencia de sindicatos funcionales a ellas”.
Foto: Luis Bañagasta
* Equipo de Comunicación de la CTA Nacional
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