martes, 23 de abril de 2013

El Estado es un patrón grande y poderoso

Los recursos de medidas cautelares son una herramienta más para defender a los más débiles. Nosotros creemos que no debe haber Reforma Judicial, y este proyecto debe ser rechazado en términos generales. Ya en el artículo primero no hace ni siquiera diferencia en el Estado.


* Secretario General de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA). Secretario General de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE)
Y el Estado no es una sola cosa, el Estado para nosotros es nuestro patrón y estas leyes a lo que apuntan es a darle más poder y debilitarnos a nosotros como empleados.
El Estado es un patrón grande y poderoso, y con estas leyes de pretendida democratización de la Justicia lo que se otorga es más poder y capacidad de condicionar nuestras vidas. Hay un tema que lo planteamos cuando fue la reforma del Código Civil y que tenemos que tener en cuenta nuevamente: El Estado es empleador y tiene trabajadores, no sólo mantiene relaciones comerciales y de orden, sino que también es patrón.
El Estado tiene a más de 3 millones de trabajadores en su órbita, lo que lo convierte en el más grande de los empleadores. Y en todos los casos, entre el patrón y los trabajadores, el Estado debe favorecer al trabajador.
Construimos el pensamiento de que la democracia debe servir a los más débiles, y el más débil es el trabajador. Una cosa es si el Gobierno debe enfrentar a una multinacional y para ello toma una medida excepcional, pero con esta medida (que no es excepcional) va a enfrentar a las enfermeras, a las mucamas de hospitales, trabajadores de los servicios públicos, etc.
Para citar algunos ejemplo de la cautelar como medida de defensa de los trabajadores, enumeremos: Con medidas cautelares enfrentamos los 2400 despidos con que nos sorprendió el ingeniero Macri apenas asumió. Y fue con esta herramienta que logramos sortear dicha situación. Estamos peleando, con una medida cautelar, por rechazar la pérdida de un área importantísima para los argentinos y porteños, que es la Isla Demarchi.
Hace poco asistimos a la absolución de los delegados del Hospital Garrahan, y en aquel caso también fue con una medida cautelar -acompañada de movilización- que pudimos defender el trabajo de nuestros compañeros.
En lo últimos años nos tocó enfrentar cuestiones políticas que se lanzan con títulos positivos. Por detrás de estos títulos, que pueden sonar positivos, se encierran retrocesos que nos vuelven a poner las cosas más difíciles a los ciudadanos y trabajadores de nuestro país.
Según el sentido común reformar algo era para mejorarlo, sin embargo tuvimos que estar en contra de la modernización y parecía una cosa rara, en contra de la autogestión o la descentralización del Estado.
Todos términos que parecen positivos. Y ahora nos toca estar en contra de lo que quieran llamar "democratización de la Justicia".

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