Alrededor
de un millar de delegados congresales povenientes de todo el país le
otorgaron riqueza, diversidad, potencia y legitimidad al extendido
debate desarrollado durante el Congreso
Nacional de la CTA los días 11 y 12 de abril en Costa Salguero. Lo
nuevo estaba entre nosotros. Vamos hacia una Central de masas para la
liberación nacional y social. Nosotros, los trabajadores, volvimos a
decidir, sin tutelajes de ninguna especie, el rumbo que queremos
transitar. Paro Nacional en mayo y Consulta Popular en Defensa de la
Soberanía sobre nuestros Bienes Comunes. El país federal expresado en
este nuevo e histórico Congreso de la Central de Trabajadores de la Argentina.
El Congreso
Nacional de la CTA aprobó por unanimidad la realización de un Paro
Nacional Activo para mediados de mayo; ratificó el proceso de unidad de
acción iniciado en 2012 para frenar el ajuste; resolvió impulsar la
Consulta Popular en Defensa de la Soberanía sobre nuestros Bienes
Comunes; determinó convocar a elecciones de renovación de autoridades de
la conducción nacional, provinciales, regionales y locales de la
Central en el curso de 2014 y avanzar decididamente en la consolidación
de los espacios de representación alcanzados entre los trabajadores de
la rama privada.
En un clima de alegría y confraternidad, en medio de debates apasionados, hondos, enriquecedores, con la presencia de dirigentes y militantes de cada rincón del país electos en su gran mayoría por el voto directo y secreto de los trabajadores en los comicios de septiembre de 2010, la Central volvió a honrar el compromiso de llevar adelante sin cortapisas los postulados de la democracia sindical.
La imponente demostración en cantidad y calidad de la representación de centrales sindicales de todos los continentes fue excepcional. Esas delegaciones, luego de participar los días 10 y 11 de abril de una Conferencia Internacional organizada por nuestra CTA en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aportaron su presencia, miradas y voces comunes para que los trabajadores no paguemos la crisis del capitalismo internacional.
Durante el acto inaugural realizado el viernes por la tarde, además de la presencia internacional hubo un importante marco de dirigentes, personalidades y representantes del arco sindical, político, social y cultural con la presencia, entre otros, del secretario General de la CGT, Hugo Moyano, quien al saludar a la concurrencia reforzó el camino de la unidad de acción que vamos construyendo en el día a día.
El informe político del secretario General de la CTA, Pablo Micheli, marcó los senderos fundamentales por donde transitará nuestro pensamiento y acción en los próximos años. La pieza oratoria -sólida, conceptual, programática- que abordó integralmente la problemática de los trabajadores, fue saludada y aprobada al día siguiente en todas y cada una de las comisiones que deliberaron en Costa Salguero.
El homenaje realizado al querido compañero Carlos Custer, puso al encuentro el tono emotivo de un merecido reconocimiento a este luchador infatigable en defensa de los intereses de los trabajadores y los postulados populares y nacionales.
Los jóvenes aportaron bullicio y algarabía, lo mismo que los integrantes de la Federación de Trabajadores Portuarios y Estibadores de Pie comandados por Francisco "Pancho" Montiel y las delegaciones de la Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA-CTA) que llegaron de casi todas las provincias argentinas poniendo de manifiesto su crecimiento en el territorio.
Pueblos originarios, organizaciones sociales y territoriales, trabajadores autogestionados, discapacitados, públicos y privados, del campo y la ciudad, de la salud, la comunicación, la energía, el comercio, los servicios, la educación, la industria y jubilados, entre otros, participaron activamente de la discusión de nuestro plan de acción en las cuatro comisiones que funcionaron durante buena parte del día sábado.
El cierre del Congreso, con la lectura de las resoluciones de cada comisión, el homenaje brindado por Carlos Chile -secretario General de la CTA Capital- al Comandante Hugo Chávez, y el saludo del secretario Adjunto de la CTA Nacional, Ricardo Peidro, decoraron el final de dos días de agitada e intensa actividad protagonizada por la militancia de la Central. Volvimos a encontrarnos y reconocernos desde nuestra autonomía e identidad de clase.
Existe la convicción de que va siendo hora de tomar nota acerca de los límites cada vez más visibles de la democracia liberal excluyente para avanzar hacia otra, plebiscitaria y plena de protagonismo popular.
Esas disyuntivas tramposas no dan cuenta de la concepción fundamental de la dialéctica, en el sentido de que en la naturaleza todo está en un constante estado de cambio, que este cambio se produce a través de una serie de contradicciones y que es imperioso distinguir correctamente aquellas de tipo secundarias de la principal.
Las organizaciones populares y el conjunto de la militancia están atravesados por falsas opciones que eluden la discusión de fondo para resolver los problemas que aquejan a nuestro pueblo y sojuzgan a la Nación: el hambre, la pobreza, el salario, la inflación, la precarización laboral, la deuda externa, la crisis sanitaria, el dominio de nuestros bienes naturales.
Permanecer enredados en el laberinto impuesto por la agenda mediática del poder, retrasa la unidad del campo popular e impide evaluar con claridad las sendas que conduzcan hacia la segunda emancipación de América Latina.
El análisis binario de la realidad es funcional al ideario gatopardista que campea desde el inicio de la transición democrática. “Cambiar algo para que nada cambie”, he allí la viga maestra en la construcción de un relato posibilista y de resignación, que hace del doble discurso el pan nuestro de cada día.
El Congreso Nacional de la CTA volvió a demostrar que si los que decidimos somos nosotros y no dejamos que otros lo hagan en nuestro nombre, vamos donde queremos ir porque tenemos claro el rumbo; y nada ni nadie nos desviará de ese camino que no es otro que el de bregar por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.
Fuente: Juan Carlos Giuliani, Secretario de Relaciones Institucionales de la CTA
En un clima de alegría y confraternidad, en medio de debates apasionados, hondos, enriquecedores, con la presencia de dirigentes y militantes de cada rincón del país electos en su gran mayoría por el voto directo y secreto de los trabajadores en los comicios de septiembre de 2010, la Central volvió a honrar el compromiso de llevar adelante sin cortapisas los postulados de la democracia sindical.
La imponente demostración en cantidad y calidad de la representación de centrales sindicales de todos los continentes fue excepcional. Esas delegaciones, luego de participar los días 10 y 11 de abril de una Conferencia Internacional organizada por nuestra CTA en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aportaron su presencia, miradas y voces comunes para que los trabajadores no paguemos la crisis del capitalismo internacional.
Durante el acto inaugural realizado el viernes por la tarde, además de la presencia internacional hubo un importante marco de dirigentes, personalidades y representantes del arco sindical, político, social y cultural con la presencia, entre otros, del secretario General de la CGT, Hugo Moyano, quien al saludar a la concurrencia reforzó el camino de la unidad de acción que vamos construyendo en el día a día.
El informe político del secretario General de la CTA, Pablo Micheli, marcó los senderos fundamentales por donde transitará nuestro pensamiento y acción en los próximos años. La pieza oratoria -sólida, conceptual, programática- que abordó integralmente la problemática de los trabajadores, fue saludada y aprobada al día siguiente en todas y cada una de las comisiones que deliberaron en Costa Salguero.
El homenaje realizado al querido compañero Carlos Custer, puso al encuentro el tono emotivo de un merecido reconocimiento a este luchador infatigable en defensa de los intereses de los trabajadores y los postulados populares y nacionales.
Los jóvenes aportaron bullicio y algarabía, lo mismo que los integrantes de la Federación de Trabajadores Portuarios y Estibadores de Pie comandados por Francisco "Pancho" Montiel y las delegaciones de la Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA-CTA) que llegaron de casi todas las provincias argentinas poniendo de manifiesto su crecimiento en el territorio.
Pueblos originarios, organizaciones sociales y territoriales, trabajadores autogestionados, discapacitados, públicos y privados, del campo y la ciudad, de la salud, la comunicación, la energía, el comercio, los servicios, la educación, la industria y jubilados, entre otros, participaron activamente de la discusión de nuestro plan de acción en las cuatro comisiones que funcionaron durante buena parte del día sábado.
El cierre del Congreso, con la lectura de las resoluciones de cada comisión, el homenaje brindado por Carlos Chile -secretario General de la CTA Capital- al Comandante Hugo Chávez, y el saludo del secretario Adjunto de la CTA Nacional, Ricardo Peidro, decoraron el final de dos días de agitada e intensa actividad protagonizada por la militancia de la Central. Volvimos a encontrarnos y reconocernos desde nuestra autonomía e identidad de clase.
Lo principal y lo secundario
El Congreso Nacional de la CTA fue, también, como un faro de luz que rompe la niebla y alumbra el camino. El poder –amplificado por los grandes medios de comunicación- reproduce a diario falsas polarizaciones que contribuyen a sumar confusión a la desorientación reinante, desvían la mirada hacia cuestiones secundarias y escamotean el debate de la contradicción principal que, hoy como ayer, sigue siendo Liberación o Dependencia.Existe la convicción de que va siendo hora de tomar nota acerca de los límites cada vez más visibles de la democracia liberal excluyente para avanzar hacia otra, plebiscitaria y plena de protagonismo popular.
Esas disyuntivas tramposas no dan cuenta de la concepción fundamental de la dialéctica, en el sentido de que en la naturaleza todo está en un constante estado de cambio, que este cambio se produce a través de una serie de contradicciones y que es imperioso distinguir correctamente aquellas de tipo secundarias de la principal.
Las organizaciones populares y el conjunto de la militancia están atravesados por falsas opciones que eluden la discusión de fondo para resolver los problemas que aquejan a nuestro pueblo y sojuzgan a la Nación: el hambre, la pobreza, el salario, la inflación, la precarización laboral, la deuda externa, la crisis sanitaria, el dominio de nuestros bienes naturales.
Permanecer enredados en el laberinto impuesto por la agenda mediática del poder, retrasa la unidad del campo popular e impide evaluar con claridad las sendas que conduzcan hacia la segunda emancipación de América Latina.
El análisis binario de la realidad es funcional al ideario gatopardista que campea desde el inicio de la transición democrática. “Cambiar algo para que nada cambie”, he allí la viga maestra en la construcción de un relato posibilista y de resignación, que hace del doble discurso el pan nuestro de cada día.
El Congreso Nacional de la CTA volvió a demostrar que si los que decidimos somos nosotros y no dejamos que otros lo hagan en nuestro nombre, vamos donde queremos ir porque tenemos claro el rumbo; y nada ni nadie nos desviará de ese camino que no es otro que el de bregar por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.
Fuente: Juan Carlos Giuliani, Secretario de Relaciones Institucionales de la CTA
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