Es un
proyecto que busca generar inclusión para quienes que no se encuentran
dentro del sistema educativo. Plomería, albañilería y electricidad, son
algunas de las necesidades planteadas por los estudiantes. Participación
de la Organización Territorial Malón (OTM-CTA).
La
Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) trabaja junto a
organizaciones barriales en un programa de talleres de oficios para
jóvenes que no están dentro del sistema educativo formal.
El secretario académico de la casa de altos estudios, Claudio Asaad, indicó que “con el objetivo de abrir la Universidad, pensando en dar accesibilidad a los sectores populares, observamos que falta mucho para que esto sea real”. Y agregó: “Con muchas de las carreras hay jóvenes de los barrios que no se sienten identificados, ya sea con la metodología o el cursado. Junto a Sandra Ortiz, que llevó adelante el proyecto, se pensó en una propuesta que se construyera de manera compartida para las organizaciones, que convocara a los jóvenes que no estuvieran estudiando o en un trabajo”.
- ¿En qué consisten los talleres?
Es una capacitación en oficios, pero no necesariamente con una bajada en el diseño desde la Universidad. A los chicos los invitamos a compartir un espacio de libertad, considerando que si uno se forma se abre a nuevos mundos y puede ser realmente libre.
- ¿Se trata de jóvenes que finalizaron el nivel secundario?
- "No necesariamente, el programa se encuentra en contínua revisión, más por ser una experiencia nueva, pero pensando en armarlo como una construcción colectiva junto a los chicos de los barrios -indicó Julia Giuliani, de la CTA, una de las organizaciones que se sumaron al proyecto-. Por eso, los oficios se definen de acuerdo a las necesidades de cada barrio. Los chicos que están participando desde la CTA son del barrio Hipódromo, donde se encuentra el Centro Comunitario La Barriada, de donde surgió la inquietud sobre trabajos de plomería, albañilería o electricidad. Aún no podemos definir edades, los chicos están en una situación de total vulnerabilidad, y desde los 13 o 14 años tienen que salir a trabajar y dejan el sistema educativo formal".
“El proyecto fue muy revisado y se lanza dentro del programa de Integración Educativa, con la idea de construcción colectiva, en la que se articulan muchas áreas y también las escuelas”, dijo Asaad, y sostuvo que “es un proyecto que nos cuesta mucho a todos, es un aprendizaje contínuo que surge de compartir con los chicos”.
Explicó, en tanto, que no es solamente una formación en oficios, “sino en una toma en conciencia de la situación social en la que se encuentran los chicos”. Y dijo: “Se están dando charlas de educación sexual, de soberanía alimentaria, clases de circo, son espacios para reflexionar sobre los procesos de la vida y su relación con el trabajo”.
- ¿De a poco se integran los conceptos vinculados a cada oficio?
Sí, se incorporan a medida que se desarrollan las clases, para no direccinar la enseñanza. Hemos hablado con las organizaciones para que se vayan incorporando. Es una experiencia que a la Universidad le permite pensar en dar respuestas a los que se interesen en los oficios. Por ejemplo, pensamos en dar clases de cocina, para aprovechar el comedor que está vacío los días sábados, pero desde los barrios nos manifestaron otros intereses de acuerdo a sus realidades, a lo que pueden trabajar.
Finalmente, indicaron que para el año que viene se espera que los encuentros se realicen una vez en la casa de altos estudios y otra en los barrios, donde se debata también qué Universidad se quiere desde cada sector de la ciudad.
Fuente: www.puntal.com.ar
El secretario académico de la casa de altos estudios, Claudio Asaad, indicó que “con el objetivo de abrir la Universidad, pensando en dar accesibilidad a los sectores populares, observamos que falta mucho para que esto sea real”. Y agregó: “Con muchas de las carreras hay jóvenes de los barrios que no se sienten identificados, ya sea con la metodología o el cursado. Junto a Sandra Ortiz, que llevó adelante el proyecto, se pensó en una propuesta que se construyera de manera compartida para las organizaciones, que convocara a los jóvenes que no estuvieran estudiando o en un trabajo”.
- ¿En qué consisten los talleres?
Es una capacitación en oficios, pero no necesariamente con una bajada en el diseño desde la Universidad. A los chicos los invitamos a compartir un espacio de libertad, considerando que si uno se forma se abre a nuevos mundos y puede ser realmente libre.
- ¿Se trata de jóvenes que finalizaron el nivel secundario?
- "No necesariamente, el programa se encuentra en contínua revisión, más por ser una experiencia nueva, pero pensando en armarlo como una construcción colectiva junto a los chicos de los barrios -indicó Julia Giuliani, de la CTA, una de las organizaciones que se sumaron al proyecto-. Por eso, los oficios se definen de acuerdo a las necesidades de cada barrio. Los chicos que están participando desde la CTA son del barrio Hipódromo, donde se encuentra el Centro Comunitario La Barriada, de donde surgió la inquietud sobre trabajos de plomería, albañilería o electricidad. Aún no podemos definir edades, los chicos están en una situación de total vulnerabilidad, y desde los 13 o 14 años tienen que salir a trabajar y dejan el sistema educativo formal".
“El proyecto fue muy revisado y se lanza dentro del programa de Integración Educativa, con la idea de construcción colectiva, en la que se articulan muchas áreas y también las escuelas”, dijo Asaad, y sostuvo que “es un proyecto que nos cuesta mucho a todos, es un aprendizaje contínuo que surge de compartir con los chicos”.
Explicó, en tanto, que no es solamente una formación en oficios, “sino en una toma en conciencia de la situación social en la que se encuentran los chicos”. Y dijo: “Se están dando charlas de educación sexual, de soberanía alimentaria, clases de circo, son espacios para reflexionar sobre los procesos de la vida y su relación con el trabajo”.
- ¿De a poco se integran los conceptos vinculados a cada oficio?
Sí, se incorporan a medida que se desarrollan las clases, para no direccinar la enseñanza. Hemos hablado con las organizaciones para que se vayan incorporando. Es una experiencia que a la Universidad le permite pensar en dar respuestas a los que se interesen en los oficios. Por ejemplo, pensamos en dar clases de cocina, para aprovechar el comedor que está vacío los días sábados, pero desde los barrios nos manifestaron otros intereses de acuerdo a sus realidades, a lo que pueden trabajar.
Finalmente, indicaron que para el año que viene se espera que los encuentros se realicen una vez en la casa de altos estudios y otra en los barrios, donde se debata también qué Universidad se quiere desde cada sector de la ciudad.
Fuente: www.puntal.com.ar
* Equipo de Comunicación de la CTA Río Cuarto
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