En
diálogo con ACTA, Jorge Bermúdez, secretario de Relaciones
Internacionales del PIT-CNT detalla las cuestiones que hermanan a la CTA
con la Central uruguaya y celebra los motivos de este encuentro. Esta
tarde a las 18, la CTA homenajea al Secretariado del PIT-CNT en el
auditorio Eva Perón de ATE (Belgrano 2527 de la Ciudad de Buenos Aires).
-¿Cómo recibe el Secretariado del PIT-CNT este homenaje?
Primero que nada sentimos un inmenso honor, una muestra más de lo que es el concepto de internacionalismo y solidaridad entre los pueblos, mucho más entre el pueblo argentino y uruguayo y sobre todo en momentos complejos como el que estamos viviendo, en donde la importancia del movimiento sindical, de estrechar lazos y también de buscar y armar estrategias similares es fundamental.
-¿Cuáles son las principales reivindicaciones actuales del PIT-CNT?
Si bien hay particularidades, hay cosas en común por las cuales estamos luchando como la CTA: enfrentar una crisis de carácter internacional en la cual los planteos de los sectores empresariales es que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo; eso ha significado en estos casos en el Uruguay profundas luchas en estos meses en defensa y por la conquista de convenios colectivos.
Mi gremio de base en particular es la salud y de allí hemos logrado arrancar un importante convenio salarial y eso en un escenario en el que los empresarios plantean que no puede haber ningún incremento salarial que esté por encima del crecimiento pronosticado, eso es parte del proceso y la concepción de que por más que el país avance, por más que las políticas de nuestro país hagan que el PBI y los productos agroexportadores tengan valores muy importantes, en la cabeza de los empresarios la tasa de ganancia debe aumentar pero no los salarios de los trabajadores en proporción de los precios de esos productos.
Esa es una pelea que junto con la redistribución de la riqueza en un país que el crecimiento de distintos indicadores macroeconómicos permitiría la redistribución de la riqueza y que sin embargo es una pelea que estamos dando no sólo con el empresariado sino también con el Gobierno de que los procesos de cambio se deben fundar y avanzar con gobiernos que viniendo de una matriz popular respondan a esa matriz popular no como único vector de cambio sino como principal vector de cambio.
-¿Qué hermana a la CTA con el PIT-CNT?
Nos hermana una historia común que surge justamente cuando peleábamos contra gobiernos neoliberales de los años noventa que plantearon la venta de las empresas públicas, la destrucción del modelo productivo de nuestro país, el consecuente aumento de la desocupación, la pobreza, el hambre como moneda corriente en medio de las clases populares, todas esas luchas nos hermanan también a nivel internacional.
Además de esos años de lucha, el conocimiento que tenemos con algunos compañeros de la CTA, además de venir de una región del mundo que hablamos el mismo idioma, tenemos las mismas costumbres y hemos sufrido procesos similares de dominación por los sectores dominantes y el imperialismo. Frente a esto vamos fortaleciendo nuestras organizaciones, sigamos siendo un actor social indiscutible e inestimable, es decir, pensar en un proceso de cambio en Uruguay y en Argentina sin pensar en nuestras organizaciones sindicales sería un gran error porque olvidar que los principales sujetos de cambio son los trabajadores en definitiva es serrucharse el piso a sí mismo y paralizar esos propios procesos e incluso hacerlos retroceder.
Yo creo que nos hermana un pasado muy reciente de luchas muy concretas y un futuro y una visión similar de cómo deben darse los procesos de cambio en nuestros pueblos pero sobre todo de cuál debe ser el papel de nuestras organizaciones en este proceso de cambio.
Primero que nada sentimos un inmenso honor, una muestra más de lo que es el concepto de internacionalismo y solidaridad entre los pueblos, mucho más entre el pueblo argentino y uruguayo y sobre todo en momentos complejos como el que estamos viviendo, en donde la importancia del movimiento sindical, de estrechar lazos y también de buscar y armar estrategias similares es fundamental.
-¿Cuáles son las principales reivindicaciones actuales del PIT-CNT?
Si bien hay particularidades, hay cosas en común por las cuales estamos luchando como la CTA: enfrentar una crisis de carácter internacional en la cual los planteos de los sectores empresariales es que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo; eso ha significado en estos casos en el Uruguay profundas luchas en estos meses en defensa y por la conquista de convenios colectivos.
Mi gremio de base en particular es la salud y de allí hemos logrado arrancar un importante convenio salarial y eso en un escenario en el que los empresarios plantean que no puede haber ningún incremento salarial que esté por encima del crecimiento pronosticado, eso es parte del proceso y la concepción de que por más que el país avance, por más que las políticas de nuestro país hagan que el PBI y los productos agroexportadores tengan valores muy importantes, en la cabeza de los empresarios la tasa de ganancia debe aumentar pero no los salarios de los trabajadores en proporción de los precios de esos productos.
Esa es una pelea que junto con la redistribución de la riqueza en un país que el crecimiento de distintos indicadores macroeconómicos permitiría la redistribución de la riqueza y que sin embargo es una pelea que estamos dando no sólo con el empresariado sino también con el Gobierno de que los procesos de cambio se deben fundar y avanzar con gobiernos que viniendo de una matriz popular respondan a esa matriz popular no como único vector de cambio sino como principal vector de cambio.
-¿Qué hermana a la CTA con el PIT-CNT?
Nos hermana una historia común que surge justamente cuando peleábamos contra gobiernos neoliberales de los años noventa que plantearon la venta de las empresas públicas, la destrucción del modelo productivo de nuestro país, el consecuente aumento de la desocupación, la pobreza, el hambre como moneda corriente en medio de las clases populares, todas esas luchas nos hermanan también a nivel internacional.
Además de esos años de lucha, el conocimiento que tenemos con algunos compañeros de la CTA, además de venir de una región del mundo que hablamos el mismo idioma, tenemos las mismas costumbres y hemos sufrido procesos similares de dominación por los sectores dominantes y el imperialismo. Frente a esto vamos fortaleciendo nuestras organizaciones, sigamos siendo un actor social indiscutible e inestimable, es decir, pensar en un proceso de cambio en Uruguay y en Argentina sin pensar en nuestras organizaciones sindicales sería un gran error porque olvidar que los principales sujetos de cambio son los trabajadores en definitiva es serrucharse el piso a sí mismo y paralizar esos propios procesos e incluso hacerlos retroceder.
Yo creo que nos hermana un pasado muy reciente de luchas muy concretas y un futuro y una visión similar de cómo deben darse los procesos de cambio en nuestros pueblos pero sobre todo de cuál debe ser el papel de nuestras organizaciones en este proceso de cambio.
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