por Eduardo Ahamendaburu *
Un
siniestro muy presente en nuestra memoria. La explosión de la Planta
Piloto de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río
Cuarto (UNRC) el 5 de diciembre de 2007 toma actualidad en estos días.
* Secretario de Formación de la CTA de la Provincia de Córdoba. Presidente del Instituto de Salud Laboral y Medio Ambiente (ISLyMA-CTA)
Con verdadero interés nos informamos por los medios de prensa acerca del
llamado a Juicio Oral en los tribunales de Córdoba para continuar con
la causa por estrago culposo en la que están imputados cinco "ex
funcionarios" de la Universidad. Al mismo tiempo podemos valorar la
actualidad y resonancia que ha tomado el rol "Querellante" que tiene la
Asociación Gremial Docente de la UNRC (AGD-CTA) en la causa.
Es verdaderamente importante y da sentido real e histórico a la
actividad sindical, tomar una decisión de este tipo y mantenerla en el
tiempo. Podemos valorar esta situación con mayor claridad ya que
conocemos la fuerte reacción de un grupo de docentes y exfuncionarios de
esa Universidad en contra de la conducción del sindicato por mantener
su condición de querellante.
Esta fuerte reacción se vuelve violenta porque intenta violentar, poner en otro lugar el sentido y la acción de buscar la justicia y encontrar los responsables del siniestro. Leyendo algunas justificaciones podemos identificar formas de dramatizar la situación de los imputados victimizándolos y en algunos casos victimizándose.
La conducción sindical mantiene con firmeza la defensa de los derechos laborales de sus representados al dar consistencia y profundidad a su decisión de querellar en el juicio. Los instamos a seguir hasta las últimas consecuencias que posibilite la justicia "realmente existente" sin idealizar ninguna resolución, fallo o condena como la única verdad, pero si tomándola como lo posible; pensamos que dejar de lado -hoy- esta definición inicial es perder sentido en la vida.
Descartar la búsqueda de lo siniestro que aparece en cada espacio de trabajo, cuando el riesgo se convierte en amenaza, falta de responsabilidad, descuido del otro y en especial negación de la solidaridad, es perder la condición de representante de los trabajadores.
Esta fuerte reacción se vuelve violenta porque intenta violentar, poner en otro lugar el sentido y la acción de buscar la justicia y encontrar los responsables del siniestro. Leyendo algunas justificaciones podemos identificar formas de dramatizar la situación de los imputados victimizándolos y en algunos casos victimizándose.
La conducción sindical mantiene con firmeza la defensa de los derechos laborales de sus representados al dar consistencia y profundidad a su decisión de querellar en el juicio. Los instamos a seguir hasta las últimas consecuencias que posibilite la justicia "realmente existente" sin idealizar ninguna resolución, fallo o condena como la única verdad, pero si tomándola como lo posible; pensamos que dejar de lado -hoy- esta definición inicial es perder sentido en la vida.
Descartar la búsqueda de lo siniestro que aparece en cada espacio de trabajo, cuando el riesgo se convierte en amenaza, falta de responsabilidad, descuido del otro y en especial negación de la solidaridad, es perder la condición de representante de los trabajadores.
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