sábado, 30 de diciembre de 2017

UN MUNDO CON LAS MANOS: Lenguaje de señas en la CTA

En el día de ayer se hizo entrega de los certificados de participación a los estudiantes del curso de Lenguaje de Señas que se dictó en la sede de la Central de los Trabajadores Argentinos.
Ayer, los estudiantes del primer nivel del Curso de Lenguaje de Señas que se dictó en CTA recibieron sus certificados correspondientes y finalizaron el año con un cálido brindis en ese mismo lugar. La iniciativa surgió en la Universidad Nacional de Río Cuarto y se fue expandiendo a diversos puntos geográficos de la ciudad.
Patricia Orazola, docente que dicta el curso, comentó:“Los alumnos vienen de diferentes lugares, algunos son docentes, jefes de fábricas, interesados en general; por ejemplo acá hay una chica que enseña crochet y decidió aprender. Oportunamente el año que va a venir a CTA a dar un taller”. “A mi me convocó Dinámica Estudiantil en un principio, pero yo ya venía dando cursos allá por 2010 sobre lenguaje de señas”, aclaró.
SOBRE EL LENGUAJE DE SEÑAS
Según la especialista, el lenguaje de señas existió siempre como forma de comunicación, pero lo que costó fue que se considere una lengua. A pesar de la sistematización que ha tenido, mucha gente se pregunta si esta manera de comunicarse un método o una lengua. “Para mí son las dos cosas” -aclaró- “Una lengua con todas las características de cualquier otra, pero también como método alternativo estructurado en función al español”. Para aprender el lenguaje de señas hay que acordarse de tres cosas: el movimiento, donde marcarlo y como es la configuración de las manos.
“Como el lenguaje de señas es exclusivamente visual, muchos dicen que es el dibujo del mundo. Materializa la parte abstracta de la lengua oral.” “Río Cuarto está bastante atrasado en materia de lenguaje de señas, justamente porque hay recelos para darlo”, destacó la docente. Existe legislación a nivel nacional, provincial y municipal respecto al tema, el problema es que no se efectiviza.
La comunidad sorda ha adquirido una apertura admirable en los últimos años. El motivo principal (según la especialista) es el creciente número de uso de las tecnologías entre ellos. El viaje individual de na joven italiana sorda a nuestro país fue el ejemplo que citó la docente para referirse a esto. “Hace 20 años eso era impensable”, recalcó. También la comunidad no sorda ha realizado avances notorios en cuanto al tema. “Existe un interés por aprender lenguaje de señas”, dijo Patricia.
Por último, Silvia Alcoba (representante de CTA) dijo una palabras de agradecimiento al grupo. Esperando que en 2018 la “Casa de la CTA”, como ella expresó, sea una vez más la casa de todos.

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