La UTS planteó ante el Ministerio el cuadro de faltante de insumos y de personal en Río Cuarto. Salud dijo desconocer la situación y prometió enviar funcionarios para constatar cuál es la realidad en el sur
Lejos de la versión oficial, que plantea un panorama de normalidad y de incorporación permanente de personal para mejorar la atención de los pacientes, se suman las voces que advierten que la situación dentro del Hospital de Río Cuarto es cada vez más grave y que no sólo faltan insumos sino que, además, hay áreas clave que han sufrido un deterioro notorio en los últimos meses.
Por eso, la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) le planteó directamente a la cúpula del Ministerio de Salud que intervenga en Río Cuarto y que, al menos, envíe a un grupo de funcionarios para constatar la situación dentro del centro de salud provincial. Es que durante el encuentro que mantuvieron la semana pasada integrantes del gremio con miembros de la cartera que comanda Francisco Fortuna, se planteó específicamente la situación del Hospital local. Sorprendidos, los funcionarios señalaron que el presupuesto que se envía al San Antonio de Padua debería ser más que suficiente para que la provisión de los insumos y la atención de la salud no sufran complicaciones.
“Como dijeron desconocer absolutamente lo que pasa en nuestro Hospital, les pedimos que intervengan. En los próximos días llegaría al menos el segundo del ministro para constatar lo que está ocurriendo”, indicó una fuente de la UTS.
Desde el gremio salieron a ratificar el panorama que trazó la semana pasada la supervisora del área de Pediatría y Neonatología, Adriana Parrilla, en declaraciones a Telediario. La profesional habló de que falta personal en esos servicios y que se está afectando la calidad de la prestación. Inmediatamente, Miguel Minardi, secretario de Salud del gabinete del sur, salió a desmentir esa versión.
Más complicaciones
La UTS sumó algunos datos sobre dependencias que estarían sufriendo una situación tanto o más grave que Pediatría y Neonatología. “Minardi sale a desmentir la insuficiencia de insumos, de recursos humanos, pero quienes están en el Hospital se encuentran con problemas graves todos los días”, manifestó un dirigente del gremio.
Agregó que la situación sigue siendo crítica. “El servicio del que Minardi era jefe, Hemodinamia, tiene la aparatología fuera de servicio desde el verano. Y no se sabe cuándo se va a reparar. Además, se reubicó al personal que estaba en esa área hacia otras dependencias. El resonador magnético está roto desde principios de año y todo lo que no sean urgencias se deriva a Córdoba. El servicio de Emergencia también ha empeorado en cuanto a personal. Se desafectó a algunas personas y no hay gente suficiente para cubrir los turnos”, indicó un dirigente de la UTS.
El año pasado, este diario publicó una serie de notas en las que se describía la situación que se vivía dentro del Nuevo Hospital de Río Cuarto. Incluso, en una oportunidad se relevó la opinión de siete jefes de área que plantearon una serie de faltantes notorios de insumos y de personal.
La deuda con los proveedores provocó que la dirección del Hospital tuviera que enviar a hacer compras diarias para ir supliendo la escasez. Y sobre el final del año se tomó la decisión de pedirles a los pacientes que compraran sus propios insumos y medicamentos cuando no había en existencia dentro del Hospital.
La situación se agravó por las medidas de fuerza que realizaron los gremios en reclamo de aumentos de sueldo y nombramientos.
Sin embargo, el año pasado el frente gremial estaba dividido. Mientras la UTS denunciaba los faltantes, el Sindicato de Empleados Públicos (Sep) aseguraba que se estaba sobredimensionando la situación con fines políticos. Este año, los dos gremios coinciden en señalar que no sólo no hubo mejoras en el abastecimiento de materiales básico sino, incluso, que hay un empeoramiento evidente en algunos servicios.
Por eso, la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) le planteó directamente a la cúpula del Ministerio de Salud que intervenga en Río Cuarto y que, al menos, envíe a un grupo de funcionarios para constatar la situación dentro del centro de salud provincial. Es que durante el encuentro que mantuvieron la semana pasada integrantes del gremio con miembros de la cartera que comanda Francisco Fortuna, se planteó específicamente la situación del Hospital local. Sorprendidos, los funcionarios señalaron que el presupuesto que se envía al San Antonio de Padua debería ser más que suficiente para que la provisión de los insumos y la atención de la salud no sufran complicaciones.
“Como dijeron desconocer absolutamente lo que pasa en nuestro Hospital, les pedimos que intervengan. En los próximos días llegaría al menos el segundo del ministro para constatar lo que está ocurriendo”, indicó una fuente de la UTS.
Desde el gremio salieron a ratificar el panorama que trazó la semana pasada la supervisora del área de Pediatría y Neonatología, Adriana Parrilla, en declaraciones a Telediario. La profesional habló de que falta personal en esos servicios y que se está afectando la calidad de la prestación. Inmediatamente, Miguel Minardi, secretario de Salud del gabinete del sur, salió a desmentir esa versión.
Más complicaciones
La UTS sumó algunos datos sobre dependencias que estarían sufriendo una situación tanto o más grave que Pediatría y Neonatología. “Minardi sale a desmentir la insuficiencia de insumos, de recursos humanos, pero quienes están en el Hospital se encuentran con problemas graves todos los días”, manifestó un dirigente del gremio.
Agregó que la situación sigue siendo crítica. “El servicio del que Minardi era jefe, Hemodinamia, tiene la aparatología fuera de servicio desde el verano. Y no se sabe cuándo se va a reparar. Además, se reubicó al personal que estaba en esa área hacia otras dependencias. El resonador magnético está roto desde principios de año y todo lo que no sean urgencias se deriva a Córdoba. El servicio de Emergencia también ha empeorado en cuanto a personal. Se desafectó a algunas personas y no hay gente suficiente para cubrir los turnos”, indicó un dirigente de la UTS.
El año pasado, este diario publicó una serie de notas en las que se describía la situación que se vivía dentro del Nuevo Hospital de Río Cuarto. Incluso, en una oportunidad se relevó la opinión de siete jefes de área que plantearon una serie de faltantes notorios de insumos y de personal.
La deuda con los proveedores provocó que la dirección del Hospital tuviera que enviar a hacer compras diarias para ir supliendo la escasez. Y sobre el final del año se tomó la decisión de pedirles a los pacientes que compraran sus propios insumos y medicamentos cuando no había en existencia dentro del Hospital.
La situación se agravó por las medidas de fuerza que realizaron los gremios en reclamo de aumentos de sueldo y nombramientos.
Sin embargo, el año pasado el frente gremial estaba dividido. Mientras la UTS denunciaba los faltantes, el Sindicato de Empleados Públicos (Sep) aseguraba que se estaba sobredimensionando la situación con fines políticos. Este año, los dos gremios coinciden en señalar que no sólo no hubo mejoras en el abastecimiento de materiales básico sino, incluso, que hay un empeoramiento evidente en algunos servicios.
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