
Pablo
Micheli destacó que la propuesta del Gobierno nacional a los docentes
argumenta en ese sentido, especialmente si se termina imponiendo como
referencia para las demás paritarias.
Advierte que ningún sindicato puede admitir un aumento del 24% en un
convenio anual. Para Micheli, el piso de 2014 debe ser el 35%. El
dirigente participó de un plenario de la CTA Río Cuarto en la sede de
ATE.
-¿La situación de los docentes es una muestra de lo que viene?, le consultó este diario.

Lamentablemente
la situación que atraviesan los docentes de nuestro país es preocupante
y angustiante. Porque ellos quieren iniciar las clases que es su
vocación, quieren educar a nuestros hijos, y hay un Gobierno que no
entiende razones, que está dentro de un microclima que no tiene que ver
con la realidad argentina. Si uno escucha el discurso de la Presidenta
el 1º de marzo se ve claramente que está confundida de país porque las
cifras que da son todas rebatibles, son absolutamente falsas. La
realidad es otra y está golpeando a mucha gente que está con serios
problemas. En ese contexto se da la paritaria docente que es un poco la
testigo, y el Gobierno actúa igual que todos los años, no tiene reflejos
para entender que la vida no es una fotografía, es una película. No es
igual el año pasado que este, no se puede ofrecer ese porcentaje más la
antigüedad que representa 160 pesos por mes. Es una burla plantear el
presentismo, pero además es de 160 pesos por mes, ¿qué compran con eso?
No aceptan que hubo una fuerte devaluación que golpeó fuerte el bolsillo
de los trabajadores, que hay una inflación que se come día a día el
salario a tal punto que ahora blanquearon un porcentaje en enero que
igual no es el verdadero, que es mayor que el 3,7%.
-¿Cuál es la inflación real para ustedes?

La
inflación de enero y febrero rondará el 10% y le quieren dar un aumento
a los maestros que plantea llevar a 4.500 pesos de sueldo básico en
marzo de 2015. Seguramente esto traerá aparejado más conflicto en los
estatales, los hospitales, en la actividad privada. Habrá infinidad de
inconvenientes si el Gobierno no recupera sentido común.
-¿Cree que ese 22% anual va a intentar ser la referencia que va a querer poner el Gobierno?

Y,
tal vez sea un poco más. El 24% tal vez. Pero no hay sindicato que
pueda aceptar esto. No hay asamblea que pueda votar eso. Por más que sea
un delegado kirchnerista, recontra alcahuete del Gobierno puede bancar
eso.
-¿Qué porcentaje debería ser un piso de paritaria este año?

Con
este escenario hay que hablar de un piso del 35 por ciento. Aunque
depende mucho también de los sectores. No es lo mismo un salario de un
docente, un estatal, que el de un visitador médico. Tenemos que decir
primero que el salario mínimo no puede seguir siendo de 3.600 pesos como
se fijó el año pasado para el 1º de febrero de este año. Es otra
incoherencia. Hoy 3.600 pesos es un desastre. Y hay que tener en cuenta
por ejemplo que un policía de cualquier provincia empieza ganando
$8.500. Porqué un docente, una enfermera, un trabajador de un sector
productivo debe ganar menos que eso. Lo lógico es que el salario mínimo
sea de $8.500.
-¿Hay recursos para eso?

Cuando
se plantea eso y se dice que el Gobierno no tiene plata hay que pensar
que acaba de resolver un pago de 5 mil millones de dólares a Repsol
cuando estuvieron bravuconeando que no iban a pagar nada, que eran un
gobierno nacional y popular y que no iban a claudicar ante la
multinacional. Ahora eso nos va a salir 10 mil millones de dólares si le
sumamos los intereses. Y a eso hay que sacarle cuánto pagan en
subsidios a las privatizadas o a las empresas de servicios, como el
transporte. Todos esos recursos deberían ir a pagar un salario mínimo
vital y móvil digno. Para resolver los problemas del país hay que
resolver la inseguridad y los salarios, que se resuelven con salarios
dignos, con seguridad social. No con más policías y más cámaras. Por eso
no es sólo el 35%, sino un conjunto de medidas. En ese contexto lo
único que se avizora es más conflictividad.
-¿Ese escenario que usted describe imagina que facilitará el acercamiento entre diferentes sectores del gremialismo?

Sí,
claro. El 12 vamos a una importante medida nacional y vamos a ir a
Plaza de Mayo. No nos acompaña Moyano esta vez, pero ya plantearon con
Barrionuevo la intención de un plenario para definir medidas. Y nosotros
haremos lo propio también porque no se va a agotar el 12.
-¿Y con Yasky y Caló?

El
tema de ellos es distinto, y además son diferentes. A Caló le respeto
la representación de uno de los sectores más importantes de trabajadores
industriales de Argentina. Yasky en cambio cada vez representa menos, y
pierde cada vez más sindicatos. Es difícil coincidir porque eligieron
ser voceros del gobierno ante los trabajadores y no ser representantes
de los trabajadores ante el Gobierno o los empresarios. Con Moyano
podemos tener muchas diferencias, pero no puedo negar que es un tipo que
pelea.
-¿Cómo imagina esta etapa final del Gobierno de Cristina?

La
verdad que es terrible imaginarse ese período. Van a seguir arrojando
argentinos a la pobreza, más chicos desnutridos, más jóvenes que ni
estudian ni trabajan. Es grave la situación. Y que quede claro que no
planteo que se tiene que ir antes ni mucho menos. Pero si sigue por este
camino no llega a cumplir el período, me parece que va a haber mucho
conflicto en Argentina. Y no me parece que el pueblo esté dispuesto a
bancarse que lo pasen por arriba. Pero si hay recuperación de sentido
común y diálogo amplio, hay salida.
Fuente: Gonzalo Dal Bianco, diario Puntal de Río Cuarto
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