Será el próximo miércoles, ante la igualdad de posturas tanto del Ministerio de Defensa como de los fabriqueros despedidos. ATE amplió la denuncia en la cual procesarían a tres funcionarios de Fabricaciones Militares. Los trabajadores, en tanto, mantienen hermetismo en torno a medidas de fuerza que se avisarán cuando corresponda.
Con una importante expectativa en la previa, el pasado miércoles en el Juzgado de la vecina ciudad de Azul se reunieron autoridades del Gobierno nacional, en conjunto con operarios de Fabricaciones Militares, el intendente Hernán Bertellys y el sindicato ATE para, de una vez por todas, destrabar el conflicto de Fanazul con los más de 200 despedidos. No hubo solución, al menos luego del encuentro, y el juez Federal Martín Bava decidió convocar, nuevamente, a las partes la semana próxima. Pero, en el medio, hubo muchos datos para resaltar.
Del encuientro participaron los delegados de la planta local de Fabricaciones Militares Juan Cacace y Marcelo Laporte; Darío Valentino, técnico de esa fábrica; Vanina Zurita y Eduardo Bercovich, dirigentes de ATE Azul; Oscar de Isasi y Orestes Galeano, de ATE Provincia y Nación respectivamente; el intendente Hernán Bertellys; el subsecretario de Legal y Técnica de la Comuna Roberto Dávila; José Daniel Rico y Pablo Nicolás Sáez del Ministerio de Defensa de la Nación; el Dr. Luis Armando Miralles por el gobierno de la provincia de Buenos Aires; Pedro Frankenthal y Mercedes Gadea por el Ministerio de Trabajo de Nación; José María Milberg del Ministerio de Transporte; y Maximiliano Aramburu, delegado local de la cartera laboral bonaerense.
En este sentido, las negociaciones, charlas e intentos de negociar fueron en vano: todos los caminos conducían a una explicación del porqué del cierre de la planta, enfatizado en lo costoso de la manutención y la relación en torno a la producción que la planta azuleña realizaba.
En otras palabras, Fanazul "era deficitaria" y como esta producción "podía ser absorbida por las otras tres plantas que Fabricaciones Militares tiene en el país" la decisión simplemente pasó por cerrar la planta y no renovarle los contratos a las más de 230 personas que trabajaban allí. De hecho, se habla de que en el corto plazo comenzarán a desmantelar la planta y será el final, definitivo, de Fanazul.
Incluso, pidieron una mayor intervención del gobierno provincial, que debería actuar como actor "independiente" de este caso y no como la representación de una misma fuerza política en el Estado, en este caso, a cargo de Cambiemos. La intervención, en tanto, fue solicitada a la mismísima gobernadora Vidal.
Según algunas fuentes presentes en el encuentro, el nuevo fracaso en las negociaciones representó un durísimo golpe para los ex empleados, dado que se habían puesto fuertes expectativas en torno a posibles ofertas de reconvertir o reabrir la empresa, y esto no sucedió. De hecho, este punto ni siquiera está en discusión: para el Ministerio de Defensa es tema cerrado.
Tras el encuentro, los trabajadores decidieron realizar una nueva asamblea pero la cuestión distintiva, en esta ocasión, es que se manejarán de aquí en más bajo el hermetismo en torno a próximas medidas de fuerza. La idea, según se explicó en su momento, es que tras el intento de generar el cese de actividades de trenes de pasajeros con un corte de vías (sobre las vías), Trenes Argentinos decidió, directamente, cortar el servicio y, de esta forma, no hubo transporte. No era el objetivo de la previa y, de esta manera, se decidió al menos esperar a dar a conocer las decisiones. Se prevén novedades en las próximas horas.
Y como principal noticia, Bava decidió convocar nuevamente a las partes con un agregado: también estará citado el ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Federico Salvai, hombre importante del gabinete de Vidal. Restará saber, de igual modo, si responderá a la citación o enviará a algún funcionario de menor rango.
Ampliación de denuncia
En paralelo, la secretaria General de ATE Azul, Vanina Zurita, junto a dos trabajadores de Fabricaciones Militares, realizaron una ampliación de la denuncia que efectuaran en el Juzgado Federal de Azul en diciembre pasado. El contenido era acerca de las no garantías de seguridad en la planta, ante la desafectación de personal que llevaba adelante dichas tareas.
"Hemos expuesto esta situación por la falta de seguridad que venimos denunciando desde un principio", expresó Zurita. "Los responsables de esta situación, con total descaro, señalan que no concuerdan con lo que nosotros denunciamos respecto de este tema y la situación dentro de la fábrica". Detalló en este sentido que "se hizo una ampliación de la denuncia pormenorizada para que se entienda que no solo los responsables de esta situación sienten el despreció por los trabajares que dejaron en la calle, sino también el desprecio por la vida del personal que hoy está dentro de la planta cumpliendo funciones. Además de los agentes policiales que realizan la vigilancia, la gente que vive en el barrio de la fábrica y en zonas aledañas y tampoco hay que dejar de
mencionar, que en pocos días, comienzan las clases y que dentro del predio, a unos seiscientos metros, funciona una escuela en sus tres niveles".
De hecho, para llevarlo a la actualidad, la dirigente expresó que "las condiciones de seguridad no están dadas. No existe el personal de sanidad correspondiente, hay 35 trabajadores en este momento que no cuentan con enfermera ni doctor y tampoco hay gente en todos los turnos que esté habilitada para manejar la ambulancia o la autobomba si se produce un siniestro".
Merma
Mientras tanto, la situación de los trabajadores se complejiza. El dinero escasea cada vez más, muchos salen a buscar trabajo y hay una importante merma en el apoyo a su reclamo. "Hay desgaste, hacen lo que pueden pero la gente tiene que comer". Como ejemplo, se puso justamente el corte de vías: "hubo menos gente, los turnos empezaron a flaquear...eso se siente". Entre otros datos a tener en cuenta, algunos se resignaron a la posición del Ministerio de Defensa, otros consiguieron trabajo, y obviamente posturas internas entre trabajadores complejizaron una situación que de por sí es complicada.
Otro ejemplo que se relató fue lo que sucedió con los trabajadores olavarrienses. Si bien en un principio viajaban a acompañar y reclamar por la reincorporación, esta situación se fue "apagando". Según detallaron las mismas fuentes consultadas desde EL POPULAR, los azuleños se enojaron por esta actitud aunque nunca más hubo comunicaciones e invitaciones. Se vienen días complejos en torno a la lucha -justa, muy justa- de los trabajadores de Fanazul. Y el gobierno, en este contexto, parece salirse con la suya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario