miércoles, 24 de agosto de 2016

Río Cuarto: Derechos humanos “Con este Gobierno, la política de derechos humanos está en riesgo”

Lo dijo el ex detenido político cordobés, director de Tiempo Latinoamericano y militante de los derechos humanos, Luis Baronetto, quien brindó una charla en la ciudad por los 40 años del crimen de Monseñor Angelelli. Sostuvo que sólo la movilización social puede contrarrestarlo.
“Hay que plantar una fuerte marca sobre el fallo de la megacausa de La Perla, para afianzar una política de derechos humanos que corre el riesgo de ser disminuida”, manifestó el ex-preso político y referente Luis Baronetto. Esa es la consigna que siguen muchas de las organizaciones que presenciarán la sentencia, hoy, en la ciudad de Córdoba. Baronetto sostiene que sólo la movilización social ahuyentará los peligros que ve en la gestión del presidente Macri, bajo la cual la Justicia concedió beneficios de prisión domiciliaria para represores. Baronetto participó el martes por la noche de una conferencia a 40 años del asesinato de Monseñor Angelelli, organizada por la CTA Autónoma, con la presencia del obispo Adolfo Uriona.
En diálogo con este diario, este cordobés, ex preso político y biógrafo del prelado que murió el 4 de agosto de 1976, se refirió a la actualidad de las políticas de Derechos Humanos.
-Los 40 años del asesinato de Angelelli llegan justo en una coyuntura en la que el Gobierno nacional tiene una avanzada en el tema de derechos humanos, con la prisión domiciliaria a represores y por otro lado la proximidad del veredicto de la megacausa de La Perla.
- En Córdoba, esto ha movilizado a los organismos, al mismo Gobierno y a los sindicatos, porque entendemos que hay que plantar con fuerte referencia este fallo que se va a conocer en breve. Significa afianzar una política que corre el riesgo de ser disminuida. No hay que perder de vista que la próxima gran causa por delitos de la dictadura es la que se conoce como la de “Los Magistrados”, en la que hay 6 jueces imputados por complicidad con la dictadura militar. Justamente, la presión de la corporación judicial hace temer que se enfríe el entusiasmo de la Justicia por hacer justicia. Hay que reafirmar la voluntad política de llevar adelante los juicios para que no reine la impunidad, porque además existen muchas otras causas de este tipo que todavía no han llegado a esta instancia.
-¿Por qué el gobierno de Macri quiere bajarle el perfil a los procesos judiciales donde se investigan los crímenes de la dictadura?
- Los empresarios son los que se beneficiaron con la dictadura, porque el terrorismo de Estado se financió por las corporaciones empresariales, que a cambio recibían prebendas. Eso quedó demostrado. No estamos seguros de que la Justicia avance en este sentido cuando hay un Gobierno que es justamente de empresarios. Si uno escucha al Presidente, que bastardeó el número de los desaparecidos y tuvo varias expresiones que menoscaban a los derechos humanos. Y lo mismo el ministro de Justicia de la Nación. Si no hay una fuerza popular que se exprese a través de los organismos, los sindicatos y los partidos políticos, estas banderas no se van a estar llevando adelante. Soy optimista en el sentido de que no se podrían haber realizado estos juicios sin la movilización de la gente desde antes del regreso de la democracia, con la lucha de las Madres de Plaza de Mayo. Cuando el pueblo está en la calle, se puede avanzar.
-Angelelli representa el ala progresista de la Iglesia Católica, pero también hubo otro sector que fue cómplice de la dictadura que lo asesinó. ¿Cómo se entiende esto?
- Hubo una Iglesia que legitimó desde su cúpula a la dictadura, con Tortolo y Primatesta a la cabeza del Episcopado. Pero también hubo otra, la que tuvo sus obispos, sacerdotes y laicos que fueron perseguidos y mártires. Nosotros hemos reivindicado a Monseñor Angelelli porque nos identificamos con él, así como denunciamos la complicidad de la otra parte de la Iglesia, que tuvo un brazo activo a través de los 400 capellanes y del vicario castrense Bonamin, que llegó al extremo de justificar la tortura como un mal menor frente a la pena de muerte. También hay que decir que hace ya 10 años el Episcopado encaró un camino de reparación histórica, cuando Bergoglio planteó crear una comisión para investigar la muerte de Angelelli, lo que tuvo resultados positivos, porque hay muchos más obispos que se identifican hoy con las posturas comprometidas con los sectores populares. En este sentido, el hecho de que luego se convirtió en Papa ayudó en el juicio por el asesinato, porque aportó documentación que la Nunciatura iiplomática argentina no había presentado. Creo que hoy existen muchos más obispos que se animan a seguir un camino similar al de Angelelli, en un contexto diferente.
-¿Por qué lo asesinaron?
- Angelelli realizó su acción pastoral desde que volvió de Roma en el ‘53, año en el que estuvo en Río Cuarto junto a los jóvenes y los trabajadores. Ese vínculo con los obreros se fue profundizando mientras fue obispo auxiliar de Córdoba y después en La Rioja, donde fomentó la organización popular, algo que los poderosos feudales del lugar no toleraron. Quisieron removerlo en el ‘73 pero no lo lograron porque lo apoyó Pablo VI, pero sí encontraron un brazo ejecutor del crimen el 4 de agosto del ‘76.
-¿La Iglesia silenció el ejemplo de Angelelli?
- Es así. Hubo 40 años de silenciamiento, de persecuciones solapadas y de fomentar un espiritualismo descomprometido en todas las iglesias y parroquias. Esto para nada hace honor al cristianismo, cuyo fundador fue un preso político, un crucificado por el Imperio Romano. La misma Iglesia olvidó sus orígenes, porque en su propia raíz está la inclinación a proponer un cambio de las situaciones de injusticia, pobreza y hambre. Todo lo contrario a lo que ha legitimado desde que se convirtió en una institución, en el año 313.
Desde allí fue un instrumento para legitimar al poder de turno y de la propiedad privada, contra la doctrina de Santo Tomás de Aquino, que sostuvo que los bienes tienen una destinación universal. Se intentó revertir esto en un concilio que fue del año 1962 al 1965, en paralelo a la conferencia de ejércitos americanos de 1964 en West Point, donde Onganía expuso la teoría de las fronteras ideológicas que años más tarde derivaría en la doctrina de la seguridad nacional. Desde entonces, cuando tomaba fuerza en la Iglesia la línea de la renovación, aumentaba la represión que terminó en el terrorismo de Estado aplastando a este sector progresista.

“Hay una ofensiva contra los derechos”

El dirigente de CTA Autónoma, Federico Giuliani, destacó la realización de actividades vinculadas con los derechos humanos en vísperas del juicio de La Perla y en la coyuntura actual.
“La idea es profundizar la discusión en torno a la directriz que tiene el cristianismo de base, que es la de estar al lado de los más pobres, con los trabajadores que hoy la estamos pasando mal”, señaló Federico Giuliani, secretario de la CTA.
“En este sentido, creemos que es una iniciativa importante de la CTA, en un momento delicado en el cual el Gobierno nacional tiene una ofensiva en contra de las políticas de derechos humanos y una clara voluntad política de avasallar los derechos laborales”, detalló el dirigente sindical.
"Río Cuarto no es tan sólo la ’Capital del Trabajo en Negro? sino una de las cinco ciudades del país con mayor índice de desocupación. Es una ciudad desigual, donde unos pocos tienen mucho y muchos tenemos muy poco", remató el secretario General de la CTA riocuartense.
El martes a la noche, en el salón de ISMI, Luis Baronetto dio una conferencia a 40 años del asesinato de Monseñor Angelelli, organizado por la CTA, junto con el Obispado.

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