En la
mañana de este viernes comenzó en la sede de la Constituyente Social de
la Ciudad de Buenos Aires, el Segundo Encuentro Nacional de la Juventud de la CTA
del año. El primero fue en agosto. En sólo 4 meses el avance en la
organización fue más que notable: Se crearon secretarías de la Juventud en distintas provincias, se rearticularon espacios y se sumaron jóvenes independientes y militantes de todo el país.
“Celebro este espacio pero para decir que los jóvenes no somos meros espectadores
de lo pasa, que no estamos sólo para llevar las banderas en las marchas
sino que somos actores que pensamos y transformamos nuestros espacios y
nuestras realidades”, dijo Juan Pedro de Rosario en una ronda en la que
circulaba no sólo el mate amargo sino debates y discusiones sobre la
coyuntura política nacional y las maneras de poder transformar una
realidad que cada día se vuelve más hostil.
Los planteos y proyectos que se escucharon durante la jornada no hicieron más que honrar las palabras del poeta latinoamericano Rubén Darío pintadas en la bandera de la CTA: “Juventud divino tesoro”.
Coordinados por la secretaria de Juventud de la CTA Nacional, Ana Cúneo (23 años), los jóvenes provenientes de todo el país, contaron y compartieron sus experiencias de lucha y organización en cada provincia poniendo de manifiesto las fortalezas y debilidades de cada región.
En la apertura del encuentro estuvieron presentes Ricardo Peidro y Carla Rodríguez, secretario Adjunto y de Acción Social de la CTA, respectivamernte. Peidro saludó la realización de estas jornadas y exhortó a los jóvenes a llevar la estrategia emancipadora que enarbola la Central a todos los rincones del país. Luego, se extendió largo y tendido en explicar el proceso de unidad de acción que protagoniza la CTA, que tuviera uno de sus puntos más altos de acumulación con el paro general del 20 de noviembre y un nuevo capítulo en la movilización prevista para el 19 de diciembre.
Por su parte, Rodríguez alentó a los jóvenes en encarar experiencias de trabajo autogestionado y explicó con lujo de detalles la actividad que desarrolla el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI-CTA).
Lo destacable del nuevo encuentro es que desde el primero llevado a cabo en agosto hasta éste, en sólo 4 meses se han inaugurado secretarías en algunas provincias, se han rearticulado espacios y se han sumado y afiliado a la CTA cientos de jóvenes que no se sentían representados en otros espacios sindicales o políticos. “Nuestro lema es: ‘Tenemos un problema pero tenemos la solución y no bajaremos los brazos hasta que no nos escuchen”, compartieron su experiencia dos jóvenes de Trelew, Chubut.
Como en el encuentro pasado, esta vez se detallaron las situaciones locales con sus particularidades pero también con sus generalidades como la necesidad de proteger el medio ambiente y por ende la vida, luchar contra la precarización laboral que sobre todo sufren los jóvenes, levantar las banderas históricas de la CTA en relación a la defensa y recuperación de los recursos naturales, reclamar que se defiendan verdaderamente los derechos humanos (se denunció el asesinato de los Qom en La Primavera, Formosa y la burla que fue el juicio sobre el caso de Marita Verón), se volvió a denunciar la persecución a dirigentes sociales y políticos y la represión policial.
Cuando estaba finalizando la tarde, llegó Pablo Micheli, secretario general de la CTA, quien los alentó a seguir trabajando en la organización y la fuerza de la juventud: “Los jóvenes deben aportar desde donde estén. No hay Constituyente Social poderosa sino hay una Central de masas, tenemos que seguir luchando por los 4 millones de afiliados y seguir construyendo este movimiento popular que lucha por los derechos de los trabajadores”.
Los jóvenes aprovecharon la presencia del secretario general de la CTA para consultarle sobre cuestiones coyunturales y profundas como el futuro de la organización luego de la movilización del 19 de diciembre.
Micheli respondió que va a depender de la actitud del Gobierno: “Si no hay respuesta el conflicto va a recrudecer”. Antes de retirarse, el dirigente estatal llamó a la juventud a ser audaces y a seguir comprometiéndose con la construcción de una sociedad distinta donde no haya hambre ni pobreza.
En ese sentido, Ana Cúneo lanzó un interrogante que los interpeló a todos: “Tenemos que pensar qué juventud necesitamos para la Liberación Nacional”.
El encuentro finalizó con esa pregunta que seguramente quedará danzando hasta esta mañana, cuando se vuelvan a reunir y elaboren un documento conjunto con la postura de la Juventud de la Central, en la cabeza de cada uno y cada una de los jóvenes presentes que trabajan día a día por construir un país para todos y todas.
Los planteos y proyectos que se escucharon durante la jornada no hicieron más que honrar las palabras del poeta latinoamericano Rubén Darío pintadas en la bandera de la CTA: “Juventud divino tesoro”.
Coordinados por la secretaria de Juventud de la CTA Nacional, Ana Cúneo (23 años), los jóvenes provenientes de todo el país, contaron y compartieron sus experiencias de lucha y organización en cada provincia poniendo de manifiesto las fortalezas y debilidades de cada región.
En la apertura del encuentro estuvieron presentes Ricardo Peidro y Carla Rodríguez, secretario Adjunto y de Acción Social de la CTA, respectivamernte. Peidro saludó la realización de estas jornadas y exhortó a los jóvenes a llevar la estrategia emancipadora que enarbola la Central a todos los rincones del país. Luego, se extendió largo y tendido en explicar el proceso de unidad de acción que protagoniza la CTA, que tuviera uno de sus puntos más altos de acumulación con el paro general del 20 de noviembre y un nuevo capítulo en la movilización prevista para el 19 de diciembre.
Por su parte, Rodríguez alentó a los jóvenes en encarar experiencias de trabajo autogestionado y explicó con lujo de detalles la actividad que desarrolla el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI-CTA).
Lo destacable del nuevo encuentro es que desde el primero llevado a cabo en agosto hasta éste, en sólo 4 meses se han inaugurado secretarías en algunas provincias, se han rearticulado espacios y se han sumado y afiliado a la CTA cientos de jóvenes que no se sentían representados en otros espacios sindicales o políticos. “Nuestro lema es: ‘Tenemos un problema pero tenemos la solución y no bajaremos los brazos hasta que no nos escuchen”, compartieron su experiencia dos jóvenes de Trelew, Chubut.
Como en el encuentro pasado, esta vez se detallaron las situaciones locales con sus particularidades pero también con sus generalidades como la necesidad de proteger el medio ambiente y por ende la vida, luchar contra la precarización laboral que sobre todo sufren los jóvenes, levantar las banderas históricas de la CTA en relación a la defensa y recuperación de los recursos naturales, reclamar que se defiendan verdaderamente los derechos humanos (se denunció el asesinato de los Qom en La Primavera, Formosa y la burla que fue el juicio sobre el caso de Marita Verón), se volvió a denunciar la persecución a dirigentes sociales y políticos y la represión policial.
Cuando estaba finalizando la tarde, llegó Pablo Micheli, secretario general de la CTA, quien los alentó a seguir trabajando en la organización y la fuerza de la juventud: “Los jóvenes deben aportar desde donde estén. No hay Constituyente Social poderosa sino hay una Central de masas, tenemos que seguir luchando por los 4 millones de afiliados y seguir construyendo este movimiento popular que lucha por los derechos de los trabajadores”.
Los jóvenes aprovecharon la presencia del secretario general de la CTA para consultarle sobre cuestiones coyunturales y profundas como el futuro de la organización luego de la movilización del 19 de diciembre.
Micheli respondió que va a depender de la actitud del Gobierno: “Si no hay respuesta el conflicto va a recrudecer”. Antes de retirarse, el dirigente estatal llamó a la juventud a ser audaces y a seguir comprometiéndose con la construcción de una sociedad distinta donde no haya hambre ni pobreza.
En ese sentido, Ana Cúneo lanzó un interrogante que los interpeló a todos: “Tenemos que pensar qué juventud necesitamos para la Liberación Nacional”.
El encuentro finalizó con esa pregunta que seguramente quedará danzando hasta esta mañana, cuando se vuelvan a reunir y elaboren un documento conjunto con la postura de la Juventud de la Central, en la cabeza de cada uno y cada una de los jóvenes presentes que trabajan día a día por construir un país para todos y todas.
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