Afecta fuertemente a la construcción, con un 74%, y al sector
inmobiliario, que mostró un 72,9% de empleo no registrado. El Estado
también aparece como un actor que contribuye a esta problemática
La informalidad laboral en la ciudad trepó al 38,2 por ciento,
con picos muy elevados en actividades como la construcción y la
inmobiliaria, en las que casi duplica la media.
Los datos fueron expuestos ayer por el Consejo Económico y Social, que además evaluó la informalidad económica, a la que vinculó directamente con lo que ocurre en el mercado laboral, dejando planteado así un elevado nivel de la actividad económica por fuera de la formalidad.
“Dejamos planteado que van de la mano la informalidad económica y la laboral. Así como también percibimos claramente que es la propia informalidad que genera desempleo porque el 80% de los desocupados proviene del empleo en negro. Y aclaramos que las mediciones son en términos de procesos y no fiándonos demasiado en la coyuntura porque puede hacernos equivocar por las fluctuaciones”, explicó Miguel Besso, presidente del Consejo, quien ayer estuvo acompañado por el amplio abanico de instituciones que conforman ese organismo.
Hay indicadores que fueron destacados durante la presentación y entre ellos se mencionó la desigualdad por edades y por género. “La informalidad afecta mucho a los jóvenes por sobre adultos de 45 años, entre los que hay diferencias de hasta 25 puntos con respecto al promedio de informalidad. Y también se nota más en la mujer que en el hombre, entre los que advertimos una brecha de entre 3 y 15 puntos”, dijo Besso.
Sin embargo, el informe del Consejo remarca que esas diferencias se reducen cuando el nivel de capacitación es más elevado.
“Es histórica esta brecha por género, pero allí hay que destacar que la formación de las personas permite reducir fuertemente las distancias; y las posibilidades de acceso al mercado formal del trabajo son mayores a mayor capacitación. Lo que hay que tener en cuenta como marco general es que la informalidad laboral y la económica son concurrentes”, destacó Irma Ciani, vicepresidenta del Consejo y representante de la CGT. La dirigente remarcó allí la necesidad de avanzar en una concertación de diferentes actores vinculados al mundo laboral para avanzar con políticas públicas “y así poder resolver esta cuestión. Hacen falta acciones de regulación de actividades, de fiscalización y control de manera decidida”, sugirió Ciani.
“En el sector independiente también hay alta informalidad y los registros nos muestran que alcanza el 27%”, indicó Besso en referencia a los monotrobutistas.
En relación a los sectores, el estudio determina que la construcción es la de mayor empleo en negro, con el 74% de los trabajadores en esa condición.
Muy cercano, se ubica un rubro relacionado al anterior: el inmobiliario, con el 72,9%. Un poco más atrás, con el 69%, está el personal doméstico.
“En el último período apareció un nuevo sector entre los que presentan mayor porcentaje de trabajo informal y es el inmobiliario, que viene registrando un crecimiento sostenido de esa característica. Tuvo un aumento del 32,6% entre 2005 y 2015”, advirtió en el estudio el Consejo Económico y Social que conforman desde centrales obreras hasta el Cecis, la Rural y diferentes cultos.
A su turno, Favio D’Ercole, economista e integrante del Consejo, destacó que hay sectores de la economía que ante un crecimiento de su actividad que no es considerado como sustentable en el tiempo, la generación de empleo es mayormente no registrada. “Las empresas que reciben de pronto una mayor demanda contratan trabajadores de la manera más flexible posible”, sintetizó el especialista.
Otro dato significativo es que la administración pública muestra un nivel de empleo informal del 8,4 por ciento al cierre del año pasado.
Los datos fueron expuestos ayer por el Consejo Económico y Social, que además evaluó la informalidad económica, a la que vinculó directamente con lo que ocurre en el mercado laboral, dejando planteado así un elevado nivel de la actividad económica por fuera de la formalidad.
“Dejamos planteado que van de la mano la informalidad económica y la laboral. Así como también percibimos claramente que es la propia informalidad que genera desempleo porque el 80% de los desocupados proviene del empleo en negro. Y aclaramos que las mediciones son en términos de procesos y no fiándonos demasiado en la coyuntura porque puede hacernos equivocar por las fluctuaciones”, explicó Miguel Besso, presidente del Consejo, quien ayer estuvo acompañado por el amplio abanico de instituciones que conforman ese organismo.
Hay indicadores que fueron destacados durante la presentación y entre ellos se mencionó la desigualdad por edades y por género. “La informalidad afecta mucho a los jóvenes por sobre adultos de 45 años, entre los que hay diferencias de hasta 25 puntos con respecto al promedio de informalidad. Y también se nota más en la mujer que en el hombre, entre los que advertimos una brecha de entre 3 y 15 puntos”, dijo Besso.
Sin embargo, el informe del Consejo remarca que esas diferencias se reducen cuando el nivel de capacitación es más elevado.
“Es histórica esta brecha por género, pero allí hay que destacar que la formación de las personas permite reducir fuertemente las distancias; y las posibilidades de acceso al mercado formal del trabajo son mayores a mayor capacitación. Lo que hay que tener en cuenta como marco general es que la informalidad laboral y la económica son concurrentes”, destacó Irma Ciani, vicepresidenta del Consejo y representante de la CGT. La dirigente remarcó allí la necesidad de avanzar en una concertación de diferentes actores vinculados al mundo laboral para avanzar con políticas públicas “y así poder resolver esta cuestión. Hacen falta acciones de regulación de actividades, de fiscalización y control de manera decidida”, sugirió Ciani.
“En el sector independiente también hay alta informalidad y los registros nos muestran que alcanza el 27%”, indicó Besso en referencia a los monotrobutistas.
En relación a los sectores, el estudio determina que la construcción es la de mayor empleo en negro, con el 74% de los trabajadores en esa condición.
Muy cercano, se ubica un rubro relacionado al anterior: el inmobiliario, con el 72,9%. Un poco más atrás, con el 69%, está el personal doméstico.
“En el último período apareció un nuevo sector entre los que presentan mayor porcentaje de trabajo informal y es el inmobiliario, que viene registrando un crecimiento sostenido de esa característica. Tuvo un aumento del 32,6% entre 2005 y 2015”, advirtió en el estudio el Consejo Económico y Social que conforman desde centrales obreras hasta el Cecis, la Rural y diferentes cultos.
A su turno, Favio D’Ercole, economista e integrante del Consejo, destacó que hay sectores de la economía que ante un crecimiento de su actividad que no es considerado como sustentable en el tiempo, la generación de empleo es mayormente no registrada. “Las empresas que reciben de pronto una mayor demanda contratan trabajadores de la manera más flexible posible”, sintetizó el especialista.
Otro dato significativo es que la administración pública muestra un nivel de empleo informal del 8,4 por ciento al cierre del año pasado.
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