"Reclamamos la participación joven en los Centros de Estudiantes muchos de los colegios secundarios de nuestra ciudad no permiten la formación de Centro de Estudiantes, tanto en colegios privados como públicos", indicó una estudiante.
El documento elaborado por los integrantes de la UES, constó de tres puntos: en primer lugar "Nunca Más", como principio fundamental a toda la represión a los movimientos estudiantiles y a los trabajadores, el segundo punto presentado fue la revisión de las políticas que ayudan a los estudiantes secundarios a participar políticamente y el tercer punto es el pedido por el voto joven en las elecciones municipales del 2016.
Adhesión de la CTA en esta jornada de lucha y memoria
En el imaginario popular el 16 de septiembre es una fecha de luto y dolor. Es, también, la reafirmación de la voluntad de lucha y rebeldía de los trabajadores y el pueblo. 1955, 1974, 1976. Todo está guardado en la memoria.
El 16 de septiembre de 1955 la oligarquía asesta su golpe de gracia al gobierno popular de Juan Domingo Perón. Las clases dominantes cortan de un solo tajo la experiencia de masas signada por una década de acumulación de poder popular. La misma fecha, pero de 1976, un grupo de jóvenes integrantes de la UES, JP y Montoneros fueron secuestrados en la ciudad de La Plata y más tarde fusilados en lo que se conoció como “La Noche de los Lápices”. Tenían entre 16 y 18 años y la utopía de cambiar el mundo en el alma. Reclamaban un boleto secundario de tarifa baja y eran militantes comprometidos con un proyecto de liberación.
Dos años antes, el 16 de septiembre de 1974, el dirigente sindical y ex vicegobernador de Córdoba, Atilio López, era cobardemente asesinado por los sicarios de la Triple A. Lo acribillaron con 132 disparos incrustrados en el cuerpo de un hombre digno y honorable, condenado por su lucha consecuente a favor de la causa nacional y popular.
El "Negro" Atilio ganó la consideración de los trabajadores cuando, actuando en el peronismo de la resistencia a poco de la caída de Perón en 1955, dirigió la primera huelga en el período de la "Revolución Fusiladora", enarbolando los programas obreros aprobados en Huerta Grande y La Falda. Histórico dirigente de la UTA y de la combativa CGT Córdoba, lideró en 1969 junto a Agustín Tosco y Elpidio Torres la gesta del Cordobazo que provocó la caída del dictador Juan Carlos Onganía.
Es fundamental que sigamos construyendo memoria colectiva, que sigamos reclamando y exigiendo justicia social.
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