“Yo creo que el día del niño tiene un legado tristemente comercial” arranca diciendo Luciano Candiotti, de la organización de pibes Juanito Laguna de la provincia de Santa Fe; y agrega “nosotros trabajamos con el excedente poblacional. No son ni productores ni consumidores los niños, entonces, no le sirven al Estado. Nosotros creemos que el día del niño tiene que tener el sentido que nosotros le damos a nuestra cotidianidad, a nuestro trato con los pibes, y los pibes son esenciales para transformar la realidad, el amor al prójimo, la democracia, el compartir y el sentido de la lucha, nosotros construimos las marchas contra el hambre, denunciando que el hambre es un crimen, y no lo hicimos por un sólo pibe.
Y lo hicimos porque junto con esos pibes construimos el sentido de salir a disputar juntos, porque de otra manera no llegábamos, creo que esos son los valores que tenemos que construir en los pibes. Que el primer valor no sea la propiedad privada sino el derecho a la vida.El año pasado se realizó en la ciudad de La Plata una importante marcha convocada por el Hogar de la Madre Tres Veces Admirable del padre Carlos Cajade, denunciando y exigiendo el pago de las becas adeudadas y la imposibilidad de cumplir con los compromisos y la apertura de las casas de día que tiene el Hogar; de bebés, niños y jóvenes. “Con todo el tema de la nueva ley, ahora los pibes ingresan a lo que llamamos medidas de abrigo, entonces vos tenés que ingresar a los chicos que te los derivan al Hogar, o a algún otro hogar convivencial por una medida de abrigo otorgada o gestionada por la Dirección de niñez y adolescencia” apunta Marcelo Blanco, uno de los educadores del Hogar, “si es que hay alguna causa de violencia en la familia, o porque los golpeen permanentemente, entonces se aplica una medida y se lo incorpora. Nosotros en el hogar hemos tenido muchos chicos que no están regularizados, y la Secretaria de niñez pagaba solamente las becas de los pibes que estaban con medidas de abrigo, y el número de pibes que asistía al hogar era mayor al número de pibes que estaban regularizados, lo cual nos pareció injusto porque los pibes no son cosas, son seres humanos, con el tiempo fueron regularizando eso y ahora está un poco mejor. Lo mismo pasó con las casas de día, en marzo estuvimos a punto de no abrirlas porque se adeudaban meses de becas”.
En el mismo sentido, Candiotti agrega que en la provincia de Santa Fe, y después “de una larga pelea pudimos este año -recién a partir de noviembre- abrir un lugar nuevo para adolescentes.
Tenemos las clásicas becas que da el Estado pero en realidad nosotros tenemos unas 30 becas para alimentar a casi 200 pibes, es irrisoria la ayuda y nosotros creemos que el Estado no nos va a ayudar más porque este es un país construido para el 30 o 40 por ciento de la población y para el resto, la respuesta es el hambre, el paco y la represión; y los pibes como soldaditos en el mercado del narcotráfico”.En Río Cuarto, Córdoba, el Centro Comunitario La Barriada armó festejo. Murga, juegos y golosinas acompañaron el espíritu que persigue la organización en esta fecha, “ que el protagonista sea el niño y no el juguete” nos dice Julia Giuliani, secretaria de Prensa de la CTA, militante y embarazada que no dudó en vestirse de payaso para celebrar también. “Nosotros lo que buscamos es eso, más allá de ser una organización social que no depende de ningún partido, de ningún gobierno, de ningún patrón, nosotros no creemos que lo prioritario de las jornadas sea lo material sino que es una excusa perfecta para encontrarnos con los chicos, con los padres, para festejar también.
Eso es lo prioritario, el derecho de que los chicos puedan jugar, aprender, que los protagonistas sean ellos y no a partir de un regalo sino en el marco de lo que ellos hacen también en los talleres, la murga; nosotros participamos con la murga en los carnavales en febrero, y son los momentos en qué se van a lucir en todo lo que vienen aprendiendo sábado tras sábado”.
Claudia Día de Tucumán es contundente: “Estamos casi igual que en el 2000. No hubo ningún cambio. A esa chica, Barbarita, que fue un ejemplo, hoy sigue viviendo en el mismo lugar y le siguen faltando las mismas cosas. Aumentaron las familias, en un mismo terreno viven más de 5 familias, con un solo dormitorio, no vemos que se haya crecido, que haya habido cambios. Es mentira decir que no hay hambre” sentencia.
Sobre la ayuda y los programas sociales agrega que “tenemos un programa del gobierno nacional que abarca la parte alimentaria y el financiamiento queda desfasado. Nos es imposible poder llegar con la ayuda de dinero y con el nivel provincial. Se hace difícil que llegue a tiempo el dinero, igual no detenemos las actividades, tratamos de buscar socios y por ahí es difícil entender qué este mes no porque no ha llegado la parte financiera y entonces buscamos de un lado a otro como va a ser el corte de las actividades en las que estamos comprometidos como organización pensando en los niños”.
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