jueves, 12 de septiembre de 2013

La primera audiencia pública sobre el modelo demostró la necesidad y la urgencia de una agricultura diferente

La primera audiencia pública que se celebró en el país sobre el modelo de los agronegocios no dejó dudas de que el modo de producción agrícola que se viene imponiendo desde hace casi 20 años en Argentina y América Latina ya es obsoleto, y que la alternativa de la agroecología empieza a ser el inevitable camino a seguir.
El pasado martes 10 de septiembre en el Concejo Deliberante de Río Cuarto la sociedad debatió las implicancias del modelo de producción agraria vigente. Después de una larga lucha de la Asamblea Río Cuarto Sin Agrotóxicos, casi 70 expositores de la ciudad, la provincia y el país hicieron escuchar su opinión a lo largo de una larga e intensa jornada en la que se arrimaron a participar alrededor de 400 personas.
Esta instancia no solo tuvo la legalidad que le da el hecho de haberse realizado en el ámbito formal y público del Concejo Deliberante sino que también adquirió una gran legitimidad por la presencia de los más diversos actores sociales e institucionales: partidos políticos, organizaciones sociales, sindicatos, gobierno de la Provincia, Universidad Nacional de Río Cuarto, corporaciones del agro, Colegio de Ingenieros Agrónomos, escuelas, vecinos y vecinas.
A lo largo de nueve horas se vivió una confrontación de argumentos entre, por un lado, las corporaciones del agro que defienden y se benefician del modelo extractivista y, por otro lado, vecinas y vecinos que sufren sus consecuencias, profesionales que vienen denunciando sus implicancias para la salud y el ambiente y organizaciones, instituciones y agricultores que proponen otro modo de producir.

Intereses de pocos vs. argumentos de muchos

Durante sus exposiciones, representantes de Sociedad Rural, CREA, CARTEZ, la Cámara de Empresas Agroaéreas de Córdoba y el Colegio de Ingenieros Agrónomos reconocieron que los agrotóxicos no son inocuos pero se aferraron a la nefasta Ley de Agroquímicos de la provincia y a la obsoleta clasificación de Senasa para defender las fumigaciones.
Repitieron sus típicos argumentos de que no se puede producir de otra manera, que hay que alimentar al mundo y que todo se soluciona con las Buenas Prácticas Agrícolas. Para ilustrar la falta solidez de sus disertaciones, podemos retomar la presentación del representante de la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Sur de Córdoba Francisco Demarchi, que empezó sosteniendo que la palabra agrotóxicos no puede usarse porque no figura en la Real Academia Española y terminó recurriendo a una cita de la iglesia católica para avalar el modelo de los agronegocios.
Por otro lado, a lo largo de toda la audiencia pública a través de una gran diversidad de exposiciones y argumentos quedó demostrada la obsolescencia de un modelo que viene generando terribles consecuencias en la salud, el ambiente y la sociedad, dejando sólo beneficios económicos para unos pocos.
Los momentos más emotivos y humanos del día se concentraron en las exposiciones de las vecinas directamente afectadas por las fumigaciones. “Si no son peligrosos los agrotóxicos,  ¿por qué fumigan de noche?”, se preguntaron las dos nenas de 9 años de la escuela primaria periurbana Eva Duprat, ubicada justo al frente de un campo históricamente pulverizado.
Las muertes y las enfermedades que describieron las Madres de Ituzaingó  en relación a la realidad que sufrieron en el barrio de la ciudad de Córdoba durante más de 10 años reafirmaron las terribles implicancias del actual modelo de producción en la salud. Pero además, el testimonio de una vecina de la planta de agrocombustibles Bio4 en Río Cuarto demostró que estas consecuencias se perciben con la misma intensidad a través de las industrias derivadas del modelo.

Esta situación fue avalada de manera científica y contundente por las presentaciones de investigadores, investigadoras y profesionales de las universidades nacionales de Córdoba y Río Cuarto, desde el ámbito de la medicina y la biología. A  esto se sumó la palabra de especialistas que describieron con claridad y precisión el impacto que el cultivo de los transgénicos está generando en el ambiente.
Los abogados, por su parte, enumeraron los distintos derechos de la población que están siendo vulnerados desde hace años por la expansión de este modelo agrícola. Pero además afirmaron las implicancias que tiene el hecho de haber puesto en conocimiento de los concejales de Río Cuarto, de manera formal y explícita, las consecuencias que los agrotóxicos están generando en la sociedad: “Después de esto, hay responsabilidad civil y penal si las autoridades locales no toman medidas de protección contra los agrotóxicos”, dijo el biólogo Raúl Montenegro en la audiencia.
Frente a esta fuerte demostración de la inviabilidad del actual modelo, a lo largo de la jornada se impuso la necesidad de empezar de manera urgente una transición hacia la agroecología, un modelo que es posible y que ya es una realidad en muchos campos y ciudades del país, tal como demostraron las precisiones de ingenieros agrónomos y las experiencias de agricultores orgánicos. Una demostración que no sólo se expresó en palabras sino también en los productos que se vendieron a lo largo de la mañana en la puerta del Concejo Deliberante.



 En ese marco, la Asamblea por un Río Cuarto Sin Agrotóxicos expuso ante los concejales los contenidos centrales de la propuesta por un Río Cuarto Agroecológico, a la vez que se inició la juntada de firmas para presentar este proyecto de ordenanza como iniciativa popular. Sólo durante el primer día, se reunieron alrededor de 300 firmas apoyando que dentro del ejido urbano se avance en la transición hacia un modelo de producción orgánica y sin agrotóxicos.
Fuente: riocuartosinagrotoxicos.blogspot.com.ar

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