La Central de Trabajadores
de la Argentina
(CTA) Regional Río Cuarto repudia el accionar brutal de la Policía de la Provincia de Córdoba que
tiró al suelo, golpeó y maltrató a un vendedor ambulante senegalés -detenido y
luego liberado- en ocasión de desalojarlo violentamente de su puesto en pleno
centro de la ciudad e incautarle la mercadería.
El bochorno de la violencia policial es directa consecuencia de la
decisión política adoptada por el intendente municipal Juan Jure de desplazar a
los vendedores ambulantes en nombre de intereses fiscales y económicos
funcionales a la patronal del CECIS, sumando exclusión a sectores que
sobreviven diariamente con el producto de su venta al menudeo en las calles de
la ciudad.
Da vergüenza ajena observar cómo apalean a un trabajador africano y lo estigmatizan
con el nefasto latiguillo de “por algo será” con que la supuesta “clase
decente” se despacha para con los que buscan un medio de vida que les permita
ganar dignamente su sustento sin caer en la tentación del delito que ronda a
los desposeídos.
El doble relato del falso progresismo del Gobierno Municipal quedó al
desnudo. Mientras se hacen discursos en nombre de la promoción social y la
atención de los más carenciados, se reprime, desaloja y arroja a la
marginalidad a decenas de familias a las que se les niega cualquier perspectiva
de futuro diferente para zafar del desamparo.
Mientras los riocuartenses asistían azorados a la golpiza propinada por los
uniformados al trabajador senegalés, en Córdoba estallaba el escándalo de la
“Narcopolicía” que compromete a altos jefes de la fuerza más allá de los
intentos de protección corporativa ensayada sin éxito por los legisladores de
Unión por Córdoba (PJ).
La CTA reitera su
denuncia sobre la actitud patoteril de esta policía brava con los pobres y
obediente con el poder, contaminada hasta el fondo por las ramificaciones del
narcotráfico, exige al Intendente Jure que cese de inmediato la persecución,
hostigamiento y represión de los trabajadores ambulantes, y reclama de la Justicia que por una vez
investigue a fondo y castigue a los responsables ideológicos y materiales de
este nuevo caso de brutalidad policial.
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