La
cooperativa Al Toque está trabajando en un espacio donde, además de su
sede, funcionará un predio dedicado a dar contención a los jóvenes del
sector. Lamentablemente sufren constantes robos en la obra
Con
mucho esfuerzo, y con el objetivo de utilizar al deporte y la
comunicación como herramientas de transformación, los integrantes de la
cooperativa Al Toque trabajan en la creación de un polo integrador en el
barrio Cola de Pato. El objetivo es el de contar con un predio donde se
realicen diversas actividades recreativas y de contención para los
jóvenes del sector. Lamentablemente, la obra sufre constantes robos, lo
que dificulta su avance.
En diálogo con PUNTAL, Diego Borghi, uno de los socios de la cooperativa, destacó que “nuestra idea es construir en el predio nuestra sede social, que incluye un espacio comunicacional donde habrá una sala de redacción para el trabajo de la web, una gráfica que ya está funcionando, la radio para la cual estamos esperando la licencia (que, aclaró, difícilmente salga este año), un estudio de televisión y una sala de reuniones, todo dentro de este espacio comunicacional”.
- ¿Qué obras se realizarán de extensión para los vecinos del barrio?- Se contempla una canchita de fútbol, un espacio recreativo no sólo para los socios de la cooperativa sino para los chicos del barrio, que tengan un lugar para jugar y un espacio de contención donde puedan pasar su tiempo. Además, se piensa en un salón donde se puedan realizar diferentes tareas sociales y culturales, también para la gente del barrio, que se puedan realizar en el lugar diversos talleres o apoyo escolar, y a la vez, si alguien quiere festejar un cumpleaños, por ejemplo, que tenga la posibilidad de hacerlo allí. Incluso se pueden generar ingresos con el alquiler del SUM.
- ¿El terreno fue entregado por la Municipalidad?- Sí, en abril de 2011 nos dieron un espacio a nosotros, a la Asociación de Bochas de Río Cuarto y a la Asociación Civil El Talar (de futbolistas veteranos), quienes desarrollarán allí canchas de fútbol. En total, son 40 mil metros cuadrados, de los cuales 4 mil fueron para nosotros. Por el momento, de las tres organizaciones los únicos que estamos trabajando somos nosotros, que por ahora levantamos el tejido. Nuestro espacio es el más desprotegido, porque está en el medio, ahora cuando logremos la bajada de la luz pondremos tres reflectores para que no quede tan aislado.
Robos en el predio
El proyecto está financiado con recursos de la propia cooperativa y por un importante subsidio que recibieron desde el Inaes (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social). Borghi indica que hasta el momento han pasado por tres etapas de construcción: “una de desmalezado y nivelación, después el cercado y construcción del alambre perimetral, y ahora estamos con la bajada de la electricidad”, explicó.
“En este proceso hemos sufrido robos, de hecho cuando pusimos el primer poste, a la mañana siguiente no estaba más. Se colocó un sereno que cuidó el predio y logramos hacer todo el tejido, y veníamos bien, pero cuando pusimos la casilla de luz, la rompieron y sacaron todo lo que va adentro”, comentó el integrante de Al Toque en relación a los hechos delictivos de los que fueron víctima, y recordó: “Inmediatamente lo encontramos, porque tenemos buena relación con referentes del barrio que nos consiguieron lo que nos habían sustraído. Nos indicaron que no sabían cómo hacer para controlar a los chicos que delinquen en el sector y nos pidieron disculpas”.
- Esta semana han sido víctimas de robos nuevamente.- Sí, esta semana nos robaron 4 paños de tejido, que tienen 6 metros cada uno. Estos paños están compuestos por postes de madera, una planchuela y el alambre al que se los agarra. De hecho, abajo tienen un cordón de cemento al que va agarrado, es decir tuvieron que cortarlo desde abajo para llevarse los paños. Ya sabemos dónde están, en el patio de uno de los vecinos, pero es un esfuerzo cada paso que damos, y terminamos cayendo en un círculo. No tenemos muchos recursos, hacemos todo desde abajo.
- ¿Han hablado con organizaciones del barrio para conocer sus necesidades?- Sí, tenemos muy buena relación y nos han manifestado su preocupación por la realidad que viven con los chicos, porque no los pueden controlar. Ya hace tiempo que tenemos vínculo, de varias notas que les hemos hecho, por ejemplo. Queremos que entiendan que lo que hacemos es para todos, no somos un privado que va a hacer un edificio que invade el espacio. De hecho, la Municipalidad, cuando nos entregó el lote lo hizo pensando en que fueran organizaciones que pueden generar impacto social. Por ésto, es un despropósito no vincularnos con ellos, nuestra esencia como cooperativa va por ese lado.
Actualmente en la cooperativa son 10 los socios que coordinan las actividades, “pero hay varias personas que trabajan con nosotros desde diferentes áreas, como sucede en la gráfica o con la programación, entre otros”, destacó Borghi.
- ¿Buscan articular los trabajos de la cooperativa con los vecinos?- Esperamos que tengan paciencia y cooperación, porque parte de los trabajos de la obra la están haciendo chicos del barrio, como sucede con los postes de luz o los sectores que debemos nivelar. Queremos trabajar con ellos, buscar la forma de gestionar el trabajo con los vecinos, al igual que la parquización o los ladrillos junto a la comunidad boliviana. Ahora el espacio se ve como algo cerrado, pero en un futuro queremos que esté abierto y sea participativo. De hecho, va a haber mucha actividad en el lugar, en la generación de contenidos, desde el punto de vista social y cultural. Queremos vincular a todas las organizaciones del sector.
En diálogo con PUNTAL, Diego Borghi, uno de los socios de la cooperativa, destacó que “nuestra idea es construir en el predio nuestra sede social, que incluye un espacio comunicacional donde habrá una sala de redacción para el trabajo de la web, una gráfica que ya está funcionando, la radio para la cual estamos esperando la licencia (que, aclaró, difícilmente salga este año), un estudio de televisión y una sala de reuniones, todo dentro de este espacio comunicacional”.
- ¿Qué obras se realizarán de extensión para los vecinos del barrio?- Se contempla una canchita de fútbol, un espacio recreativo no sólo para los socios de la cooperativa sino para los chicos del barrio, que tengan un lugar para jugar y un espacio de contención donde puedan pasar su tiempo. Además, se piensa en un salón donde se puedan realizar diferentes tareas sociales y culturales, también para la gente del barrio, que se puedan realizar en el lugar diversos talleres o apoyo escolar, y a la vez, si alguien quiere festejar un cumpleaños, por ejemplo, que tenga la posibilidad de hacerlo allí. Incluso se pueden generar ingresos con el alquiler del SUM.
- ¿El terreno fue entregado por la Municipalidad?- Sí, en abril de 2011 nos dieron un espacio a nosotros, a la Asociación de Bochas de Río Cuarto y a la Asociación Civil El Talar (de futbolistas veteranos), quienes desarrollarán allí canchas de fútbol. En total, son 40 mil metros cuadrados, de los cuales 4 mil fueron para nosotros. Por el momento, de las tres organizaciones los únicos que estamos trabajando somos nosotros, que por ahora levantamos el tejido. Nuestro espacio es el más desprotegido, porque está en el medio, ahora cuando logremos la bajada de la luz pondremos tres reflectores para que no quede tan aislado.
Robos en el predio
El proyecto está financiado con recursos de la propia cooperativa y por un importante subsidio que recibieron desde el Inaes (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social). Borghi indica que hasta el momento han pasado por tres etapas de construcción: “una de desmalezado y nivelación, después el cercado y construcción del alambre perimetral, y ahora estamos con la bajada de la electricidad”, explicó.
“En este proceso hemos sufrido robos, de hecho cuando pusimos el primer poste, a la mañana siguiente no estaba más. Se colocó un sereno que cuidó el predio y logramos hacer todo el tejido, y veníamos bien, pero cuando pusimos la casilla de luz, la rompieron y sacaron todo lo que va adentro”, comentó el integrante de Al Toque en relación a los hechos delictivos de los que fueron víctima, y recordó: “Inmediatamente lo encontramos, porque tenemos buena relación con referentes del barrio que nos consiguieron lo que nos habían sustraído. Nos indicaron que no sabían cómo hacer para controlar a los chicos que delinquen en el sector y nos pidieron disculpas”.
- Esta semana han sido víctimas de robos nuevamente.- Sí, esta semana nos robaron 4 paños de tejido, que tienen 6 metros cada uno. Estos paños están compuestos por postes de madera, una planchuela y el alambre al que se los agarra. De hecho, abajo tienen un cordón de cemento al que va agarrado, es decir tuvieron que cortarlo desde abajo para llevarse los paños. Ya sabemos dónde están, en el patio de uno de los vecinos, pero es un esfuerzo cada paso que damos, y terminamos cayendo en un círculo. No tenemos muchos recursos, hacemos todo desde abajo.
- ¿Han hablado con organizaciones del barrio para conocer sus necesidades?- Sí, tenemos muy buena relación y nos han manifestado su preocupación por la realidad que viven con los chicos, porque no los pueden controlar. Ya hace tiempo que tenemos vínculo, de varias notas que les hemos hecho, por ejemplo. Queremos que entiendan que lo que hacemos es para todos, no somos un privado que va a hacer un edificio que invade el espacio. De hecho, la Municipalidad, cuando nos entregó el lote lo hizo pensando en que fueran organizaciones que pueden generar impacto social. Por ésto, es un despropósito no vincularnos con ellos, nuestra esencia como cooperativa va por ese lado.
Actualmente en la cooperativa son 10 los socios que coordinan las actividades, “pero hay varias personas que trabajan con nosotros desde diferentes áreas, como sucede en la gráfica o con la programación, entre otros”, destacó Borghi.
- ¿Buscan articular los trabajos de la cooperativa con los vecinos?- Esperamos que tengan paciencia y cooperación, porque parte de los trabajos de la obra la están haciendo chicos del barrio, como sucede con los postes de luz o los sectores que debemos nivelar. Queremos trabajar con ellos, buscar la forma de gestionar el trabajo con los vecinos, al igual que la parquización o los ladrillos junto a la comunidad boliviana. Ahora el espacio se ve como algo cerrado, pero en un futuro queremos que esté abierto y sea participativo. De hecho, va a haber mucha actividad en el lugar, en la generación de contenidos, desde el punto de vista social y cultural. Queremos vincular a todas las organizaciones del sector.
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