En
noviembre del año pasado empezó un sueño. Artistas donaron 3 cuadros. En
diciembre se hizo una rifa a total beneficio de la Escuela (en
formación) de Murga y Batucada del Centro Comunitario La Barriada de la Organización Territorial Malón (OTM-CTA) del Barrio Hipódromo.
Se
sumó un profe de música para enseñar. Se juntaron 6 mil pesos y hace un
par de días se compraron los primeros instrumentos paraparticipar de
los Carnavales de Río Cuarto.
"Este proyecto de Formar una Murga en el Barrio Hipódromo surge como alternativa y como un espacio de posibilidades y oportunidades para hacer frente a situaciones y problemas que se presentan en dicho barrio.
Especialmente el proyecto está planificado en base a problemas que presentan niños y jóvenes del barrio, quienes se encuentran expuestos a situaciones de riesgos psicosociales y de vulnerabilidad, producto del contexto socioeconómico que trae aparejado el fenómeno de la desocupación y la pobreza, donde la mayoría de los habitantes de este barrio están desocupados o subocupados (algunos con trabajos de oficio como albañiles, plomeros, vendedores, jockeys, empleadas domésticas, peluqueras, amas de casa, muchos realizan changas o son jornaleros, personas con el plan provincial de jefa o jefe de hogar) Este contexto (de desocupación y pobreza) provoca el alejamiento de las personas de los sistemas tradicionales de educación (familia, escuela, club de barrio), deteriorando sus posibilidades de inserción social, de contención y desarrollo óptimo de los más jóvenes para un futuro próximo.
De este modo, observamos en estos niños y jóvenes situaciones como: edades cada vez más tempranas para el desarrollo de adicciones, un alto porcentaje de mujeres adolescentes embarazadas y madres jóvenes, alto grado de repitencia y de deserción escolar (este último aumenta en porcentaje cuando culminan el nivel primario), mayor porcentaje de niños y adolescentes en situación de calle, es decir, donde la calle es hogar, lugar de juego, lugar de trabajo y escenario de la dinámica familiar.
A partir de estas características advertimos la falta de un espacio de contención para los más jóvenes. De este modo, la ausencia de un espacio físico y lugar de encuentro que contenga a los chicos genera situaciones de riesgo, por lo cual en vez de compartir experiencias grupales y de aprendizajes, los mismos se encuentran excluidos y como alternativa se les presenta la “calle”
A estas situaciones se agrega la ausencia de una valoración de lo colectivo, lo cual ésto a su vez se ve impedido por la falta de lugares físicos o instituciones en las cuales las personas se reúnan y compartan el sentido de lo colectivo y de organización barrial como por ejemplo algún club, vecinal, escuela, dispensario, plaza. Esta ausencia de lugares físicos se debe en parte a que el barrio Hipódromo se encuentra ubicado entre otros dos barrios, en los cuales sí hay presencia de algunas instituciones.
Consideramos que la murga es una práctica solidaria y popular, en la que prima el trabajo grupal y donde se comparten múltiples aprendizajes, tomando como punto de partida el reconocimiento y valoración de los saberes previos de los protagonistas.
A partir de esta concepción nuestra intención es que durante el desarrollo de la murga se aborden todas las posibilidades de expresión relacionada con lo artístico, el baile, el canto, el ritmo, dibujo y pintura, vestuario, como así también realizar actividades de lectura y escritura, historia, creando un puente con el trabajo escolar y la escuela.
Con la puesta en marcha de este proyecto apuntamos también a recuperar algo que es esencial para la vida de las personas: el juego en toda su expresión y como espacio reinvindicativo del derecho a la alegría, como así también fomentar en los chicos la solidaridad, el compromiso, el aprendizaje como algo positivo, el compañerismo.
De este modo, el proyecto tiene como ejes principales la participación, la creatividad, la alegría y la solidaridad.
Somos una murga en constante aprendizaje, un espacio de contención en el barrio, somos de La Barriada, de Malón y la CTA, y queremos ser parte del Carnaval riocuartense para mostrar todo lo que hacemos durante el año".
"Este proyecto de Formar una Murga en el Barrio Hipódromo surge como alternativa y como un espacio de posibilidades y oportunidades para hacer frente a situaciones y problemas que se presentan en dicho barrio.
Especialmente el proyecto está planificado en base a problemas que presentan niños y jóvenes del barrio, quienes se encuentran expuestos a situaciones de riesgos psicosociales y de vulnerabilidad, producto del contexto socioeconómico que trae aparejado el fenómeno de la desocupación y la pobreza, donde la mayoría de los habitantes de este barrio están desocupados o subocupados (algunos con trabajos de oficio como albañiles, plomeros, vendedores, jockeys, empleadas domésticas, peluqueras, amas de casa, muchos realizan changas o son jornaleros, personas con el plan provincial de jefa o jefe de hogar) Este contexto (de desocupación y pobreza) provoca el alejamiento de las personas de los sistemas tradicionales de educación (familia, escuela, club de barrio), deteriorando sus posibilidades de inserción social, de contención y desarrollo óptimo de los más jóvenes para un futuro próximo.
De este modo, observamos en estos niños y jóvenes situaciones como: edades cada vez más tempranas para el desarrollo de adicciones, un alto porcentaje de mujeres adolescentes embarazadas y madres jóvenes, alto grado de repitencia y de deserción escolar (este último aumenta en porcentaje cuando culminan el nivel primario), mayor porcentaje de niños y adolescentes en situación de calle, es decir, donde la calle es hogar, lugar de juego, lugar de trabajo y escenario de la dinámica familiar.
A partir de estas características advertimos la falta de un espacio de contención para los más jóvenes. De este modo, la ausencia de un espacio físico y lugar de encuentro que contenga a los chicos genera situaciones de riesgo, por lo cual en vez de compartir experiencias grupales y de aprendizajes, los mismos se encuentran excluidos y como alternativa se les presenta la “calle”
A estas situaciones se agrega la ausencia de una valoración de lo colectivo, lo cual ésto a su vez se ve impedido por la falta de lugares físicos o instituciones en las cuales las personas se reúnan y compartan el sentido de lo colectivo y de organización barrial como por ejemplo algún club, vecinal, escuela, dispensario, plaza. Esta ausencia de lugares físicos se debe en parte a que el barrio Hipódromo se encuentra ubicado entre otros dos barrios, en los cuales sí hay presencia de algunas instituciones.
Consideramos que la murga es una práctica solidaria y popular, en la que prima el trabajo grupal y donde se comparten múltiples aprendizajes, tomando como punto de partida el reconocimiento y valoración de los saberes previos de los protagonistas.
A partir de esta concepción nuestra intención es que durante el desarrollo de la murga se aborden todas las posibilidades de expresión relacionada con lo artístico, el baile, el canto, el ritmo, dibujo y pintura, vestuario, como así también realizar actividades de lectura y escritura, historia, creando un puente con el trabajo escolar y la escuela.
Con la puesta en marcha de este proyecto apuntamos también a recuperar algo que es esencial para la vida de las personas: el juego en toda su expresión y como espacio reinvindicativo del derecho a la alegría, como así también fomentar en los chicos la solidaridad, el compromiso, el aprendizaje como algo positivo, el compañerismo.
De este modo, el proyecto tiene como ejes principales la participación, la creatividad, la alegría y la solidaridad.
Somos una murga en constante aprendizaje, un espacio de contención en el barrio, somos de La Barriada, de Malón y la CTA, y queremos ser parte del Carnaval riocuartense para mostrar todo lo que hacemos durante el año".
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