miércoles, 27 de septiembre de 2017

Preocupa la situación socioeconómica de las trabajadoras sexuales

Junto a estudiantes de la facultad de Trabajo Social de la UNC, la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR-CTA) Córdoba inició un relevamiento en las calles de la ciudad Capital, donde detectaron un fuerte incremento de la pobreza, la violencia, las adicciones y la vulnerabilidad.

Junto a estudiantes de la Facultad de Trabajo Social de la UNC, la asociación civil AMMAR Córdoba inició hace pocas semanas entrevistas en las calles de la ciudad. Los resultados estarán el mes próximo, pero desde la organización gremial detectaron un fuerte incremento de la pobreza, la violencia, las adicciones y la vulnerabilidad.
Desde AMMAR Córdoba aseguran que es preocupante la situación que viven las trabajadoras sexuales en la ciudad de Córdoba. Golpeadas por la crisis económica, la violencia en las calles y el incremento de las adicciones, aseguran que se está trabajando fuertemente para articular programas que tiendan a la contención económica, social y psicológica de sus afiliadas.
“Nos preocupa porque vemos cada vez más pobreza en las compañeras. Pero además se agudizó la violencia y la vulnerabilidad de las trabajadoras sexuales, sumado a la problemática de las adicciones”, aseguró la secretaria General de AMMAR, Eugenia Aravena, a LA NUEVA MAÑANA.
“La situación es grave y por eso estamos gestionando abrir un consultorio nocturno para asistir en adicciones porque el consumo es alarmante. La semana próxima tenemos una reunión con la Facultad de Psicología en este sentido y pedimos una reunión con la Secretaría de Adicciones para articular programas con ellos”, señaló Aravena.
“La problemática es muy fuerte en todos los sectores hoy en día, pero en el último tiempo estamos viendo el deterioro que provoca en las compañeras. Tenemos casos muy extremos”, aseveró la Secretaria General de AMMAR.
Desde AMMAR-CTA, que cumplió hace poco sus 17 años de trabajo en Córdoba, señalan que además se ha visto incrementada la población de trabajadoras sexuales en las calles, y que hay una “nueva camada” que no conoce el trabajo de la agrupación gremial ya que trabaja desde la clandestinidad.
En este sentido, junto a la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se comenzó un relevamiento socioeconómico de las trabajadoras sexuales, para saber cuántas mujeres y trans hay en la ciudad realizando esta actividad laboral y cuál es su situación personal.
“Junto a un grupo de estudiantes que están haciendo su práctica para recibirse, elaboramos a mitad de año el instrumento que estamos llevando adelante constatando y dejando un registro social, donde podamos pasar de lo testimonial a las estadísticas respecto del trabajo sexual en la ciudad de Córdoba”, precisó Aravena.
Como adelanto de los resultados parciales de este trabajo, la Secretatria General del gremio aseguró que las necesidades son varias: “Fundamentalmente las compañeras necesitan acceder a una jubilación, a contención ante situaciones de violencia, a una obra social y a distintos programas en lo laboral, de educación y de vivienda”, detalló.

El hambre en las calles

Abocada a esta problemática que describen, la Asociación amplió este año su horario de atención para poder abrir dos veces al día su comedor. “Antes atendíamos desde las 9 hasta las 19 horas, pero ahora abrimos la Secundaria y nos extendimos hasta las 22 ó 23. De esta forma, en la sede funciona el Primario, el Secundario, las salas cuna, los talleres de capacitación, y los consultorios. Aún así nos preguntamos qué otras políticas podemos desarrollar desde Ammar cuando vemos que cada vez más compañeras se acercan a comer. El hambre que hay en las calles es tremendo”, comentó Aravena.
“Es tanta la necesidad que hay unas cien personas que vienen todos los días a comer a AMMAR, entre los niños de las salas cuna, las madres de Primaria y Secundaria, y las compañeras que vienen de las calles por las noches. Conseguimos que Paicor nos aumente las raciones, que vengan dos veces al día, al mediodía y a la noche, trabajamos con la fundación Banco de Alimentos y recibimos donaciones. Pero aun así, hay días que apenas alcanza la comida”, admitió.
Además de la pobreza, desde AMMAR se busca paliar la situación de las trabajadoras sexuales de edad madura. “Estamos articulando una cooperativa de trabajo y, a través del programa ’Córdoba con Ellas’, las compañeras fabrican mantas y vestimenta con el taller de indumentaria. Esa tarea les permite obtener una retribución en especial a quienes no tienen acceso a una jubilación”, explicó la Secretaria.

Antes y después de la Ley de Lucha contra la Trata

Hace pocos meses se cumplieron cinco años de la sanción de la Ley de Lucha contra la Trata, que cerró prostíbulos y cabarets en Córdoba. Desde AMMAR señalan que el paso del tiempo mostró que la normativa era simplemente una medida “marketinera”.
“Todo lo que nosotras denunciamos oportunamente, terminó pasando. Decíamos que esta ley iba a clandestinizar aún más la explotación sexual, que mezclaba lo que es la trata con el trabajo sexual y que dejaba a las compañeras en una situación de mayor vulnerabilidad. Por cierto, sigue habiendo operativos como en los primeros años, pero lo que ocurre es que bajó el nivel mediático”, explicó Aravena.
“Los mecanismos cambiaron. Y no podemos ser ingenuos en creer que ya no existe la explotación sexual en Córdoba. Pero todo ocurre en un ámbito clandestino y es más difícil llegar a esas chicas con nuestra asociación.", ejemplificó la dirigente.
Aun así, la Secretaria General destacó algunos cambios positivos. Entre ellos, como gremio es una de las tres asociaciones que integra la Comisión Provincial de Lucha contra la Trata. También destacaron el trabajo con la nueva subcomisario de Trata, y las reuniones periódicas que mantienen junto a la Secretaría de Seguridad y de Derechos Humanos.
“Armamos un grupo de Whatsapp donde hemos sumado a otras organizaciones como ATTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina), el centro cultural Laura Moyano, y jefes de distrito para estar alertas cuando desaparece alguna chica, cuando hay una situación de violencia o se persigue a alguna trabajadora sexual. Con este instrumento, ahora sentimos que se nos escucha y se nos da un lugar”, evaluó Aravena.
Fuente: www.lmdiario.com.ar
* Equipo de Comunicación de la CTA Córdoba

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