jueves, 12 de septiembre de 2013

LA LUCHA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS “Quieren casarnos con la injusticia pero nosotros queremos ser libres”


La frase es del líder de la comunidad Qom Félix Díaz, que ayer visitó la ciudad. Fue distinguido por el intendente Jure y el Concejo Deliberante. Dio un relato descarnado de la opresión que sufre su pueblo
Parece que el Estado nos quiso casar con la injusticia, pero nosotros queremos divorciarnos y ser libres”, con esta frase, Félix Díaz, líder de los Qom, sintetiza el drama que atraviesa su pueblo. Un drama que se hizo visible con la sangrienta represión a la que fueron sometidos en 2010, cuando reclamaban -como hoy- por sus tierras, pero que viene de muchos años atrás. 

Díaz, Qarashe de la comunidad Qom La Primavera, en la provincia de Formosa, visitó ayer la ciudad por invitación de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y desarrolló una intensa actividad en los órganos oficiales, las organizaciones sociales y los medios. 

El intendente Jure, por medio de un decreto, lo declaró “ciudadano distinguido”, y el reconocimiento le fue entregado por el Consejo Económico y Social. En tanto, en el Concejo Deliberante lo nombraron como “visitante distinguido”.

En la charla realizada ayer en la Asociación Gremial Docente habló sobre la crítica situación de su pueblo. Díaz indicó que la Comunidad La Primavera, en Formosa, está integrada por 800 familias y un total de 4.200 personas que viven en unas 3.300 hectáreas de tierra con monte. En tanto, casi 1.900 hectáreas fueron expropiadas por el Gobierno de la provincia de Formosa. 

La economía de la comunidad se basa en la agricultura: cultivan mandioca, papa, cítricos, bananas y otras especies, y esto les permite subsistir. Sin embargo, el despojo de sus tierras lo complica cada vez más. Otro drama es el de la educación y el intercambio cultural. 

Según explicó el Qarashe, los adultos de 40 años o más no hablan el castellano, y tampoco saben leer ni escribir, mientras que la mayoría de los niños de 5 a 13 años no reciben educación formal por parte del Estado. La situación se vive como un problema, dado que impide que surjan nuevos liderazgos. 

En otro orden de cosas, Díaz detalló cómo los Qom son discriminados y no reciben la debida atención en salud, dado que muchas veces los hospitales se la niegan. 

“Las enfermedades siguen siendo una herramienta de exterminio de los pueblos originarios, porque el Estado niega asistencia y tratamientos médicos”, aseguró. 

En el mismo sentido, detalló que entre 2006 y 2007 murieron 65 personas de la comunidad La Primavera por las fumigaciones de los campos de soja en los alrededores de los ranchos. “Ellos juntaban agua de los techos pero el agua venía con glifosato y esto les aceleró enfermedades como la tuberculosis y la neumonía”, explicó. Además, dijo que el mismo Estado les negó los certificados de defunción.

Luego, el propio Félix Díaz acudió a la UBA para que analizara el agua que consumían, y aseguró que determinaron la presencia de glifosato, aunque la Universidad no rubricó esos estudios porque “las empresas sojeras financian muchas investigaciones”. 

En otro momento de la charla, el Qarashe Qom se refirió a la persecución judicial de la que son víctimas él y su familia. 

Esta lucha le ha valido a Félix Díaz la persecución, el procesamiento y el acoso no sólo a él sino también a algunos de sus familiares, entre ellos su hijo, que fue brutalmente golpeado, además de sufrir la represión policial. 

En 2010, se vieron virtualmente obligados a salir a eclamar la restitución de sus tierras, pidiendo que se aplique la ley de emergencia, creada en 2006, que les da el derecho colectivo sobre éstas. “Salimos a reclamar por esta ley que prohíbe enajenar o expropiar las tierras; ley que nunca se aplicó y por eso el Gobierno nos despojó de más tierras”, señaló Félix Díaz. 

El Qarashe recuerda que en ese entonces “la represión fue brutal y se cobró varias vidas”. “Nuestras tierras quedaron dentro de áreas protegidas, lo que nos despojó de nuestra agua, nuestro suelo, nuestra comida, de nuestro monte y nuestros medicamentos”, dijo. Y agregó: ¿Por qué si alguien roba una farmacia va preso, y no ocurre lo mismo cuando nos despojan de nuestra medicina y nuestra agricultura?”. 

Antes, en una entrevista con este diario, Díaz asumió que eran conscientes de que era la única forma de ser escuchados. “Muchas veces nos duele; pero hay que entender que la lucha tiene un costo, y que el costo muchas veces es una vida. Sin embargo, creemos que es necesario hacerlo, porque no nos queda otra: tenemos que defender lo que tenemos”. 

-¿Cuál es, actualmente, la situación en la comunidad La Primavera?-, le preguntó PUNTAL. 

-Atravesamos un proceso positivo en esta lucha que llevamos adelante desde hace tiempo, y que se hizo visible por el acompañamiento que nos dan los medios alternativos y las redes sociales. Empezaron con los relevamientos territoriales, que nosotros veníamos pidiendo para que el Estado se haga cargo de resolver el conflicto que teníamos con el Gobierno de Formosa y con Parques Nacionales. 

El relevamiento nos da la posibilidad de recuperar lo perdido ante el despojo que hizo el parque nacional hacia nuestra comunidad. Ojalá que esto avance y que se concrete la titularidad definitiva de las tierras para la comunidad. Y que nos permitan desarrollar nuestra capacidad como comunidad.

Fuente: Diario Puntal

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